A las 8 de la mañana del lunes sonó por primera vez el teléfono de la Policía Local. Era el primer día de terrazas hosteleras y ya había algún ciudadano al que no le convencía la colocación. Desde entonces, los agentes del cuerpo municipal no han dado abasto a la hora de atender requerimientos y quejas vecinales por lo que consideran una invasión del espacio público o un aumento en los veladores permitidos. En la gran mayoría de los casos no hay incumplimientos de los empresarios y, de haberlos, se resuelven por la vía de la mediación. Los representantes de la federación se reunieron hace dos días con los mandos policiales y la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, para conocer a qué deben atenerse en estas próximas semanas.

La Policía Local no está realizando un control específico de las terrazas, sino que acude a requerimiento ciudadano. «Controlamos que los hosteleros no coloquen más veladores de los permitidos, que cumplen con las medidas de distancia y tratamos de mediar en caso de que alguna mesa impida el paso de viandantes o invada algún acceso a un edificio. Todos están poniendo de su parte y, salvo contadas excepciones, hay mucha colaboración», explica un agente del área administrativa del cuerpo.

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