El sector cultural, contra las cuerdas

G.Arce
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Los grandes espectáculos desaparecen del calendario cultural del próximo año. Más de un millar de puestos de trabajo dependen de este sector cultural, que estas semanas debería estar cerrando los contratos de cara a 2021

El sector cultural, contra las cuerdas - Foto: Jesús J. Matías

El goteo de cancelaciones, los aforos limitados, el toque de queda y, desde el pasado viernes, la paralización de la hostelería cierran cualquier atisbo de esperanza al sector de la cultura, del espectáculo de cara al público en espacios abiertos y cerrados, que vive -como tantos otros- su peor pesadilla en el que era su mejor momento y la amenaza de un cambio de ciclo de consecuencias desconocidas. La incertidumbre es máxima porque antes de fin de año deberían empezar a cerrarse los contratos de cara a 2021 y, hasta la fecha, no hay movimiento alguno en este sentido. Los promotores privados y públicos (ayuntamientos, principalmente)muestran muchos recelos a la hora de juntar públicos y su indefinición y temor amenazan a un sector que da empleo directo a más de un millar de trabajadores en la provincia.

La semana que finaliza y la que comienza no han dado tregua a las empresas de espectáculos. Se adaptaron a los aforos reducidos con producciones menos ambiciosas y al toque de queda a las 22,00, con el adelanto de los horarios de montajes y representaciones, pero nada pueden hacer ante confinamientos a gran escala como los que parece que se avecinan.

En Producciones Salas, un líder   en los trabajos entre bambalinas, han pasado del todo a casi la nada. Esta empresa nacida hace 22 años en Salas de los Infantes apostó por los grandes formatos de 15.000-20.000 asistentes en un radio de 250-300 kilómetros (Castilla y León, País Vasco, Navarra, Madrid, Asturias, Galicia e incluso Portugal). Necesitaron de una mayor logística, de infraestructuras, de transportes y de una plantilla fija que llegó a alcanzar los 25 trabajadores.

Hoy son 6 a jornada completa, 4 a media jornada y el resto está en ERTE «y si previsión de volver a la normalidad». Cuentan con un departamento de ingeniería para realizar estudios de proyectos ‘llave en mano’ de espectáculos que incluyen desde la generación eléctrica, el vallado, camerinos, contratación, escenario, luces, sonido...

«Empezamos de la mano de Sonorama o Demanda Folk, empezamos y aprendimos con ellos. 2020 iba a ser uno de nuestros mejores años, teníamos experiencia acumulada, habíamos hecho inversiones y los festivales de verano en España vivían su mejor momento», explica Carlos Vicente Sanz, responsable de Producciones Salas.

Su pico de trabajo se centraba entre los meses de mayo y octubre, pero en este 2020 les tocó de lleno la pandemia. «Lo hemos intentado pero no hemos podido arrancar, se nos ha caído un 90% de lo programado en grandes escenarios y teatros y estamos viendo qué formato nos permitirán las actuales circunstancias sanitarias».

Están cansados, reconocen, y han aguantado jarros de agua fría continuos sin ayudas públicas. «Las líneas ICOson deuda para el futuro y tenemos claro que cuando tengamos que pagarlas, en 2021, no habrá festivales.No nos engañemos, las citas de 15.000 personas no van a volver pronto». 

 

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