La lluvia desluce, pero no asusta

A.S.R.
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El mercado medieval de Gamonal arrancó con los paraguas como protagonistas, aunque poco a poco la gente se ha animado y ha serpenteado por los puestos de artesanía y alimentación

Los bailes y la música han coloreado la mañana gris. - Foto: Jesús J. Matí­as

El día ha amanecido gris y animaba poco a salir a la calle. Pero, para algunos, el mercado medieval de Gamonal es una tradición ineludible. El viaje en el tiempo arrancó con los paraguas como protagonistas y poca gente entre los puestos, salvo en las barras de las peñas, muy concurridas desde el minuto uno. Pero la gente ha empezado a circular entre los puestos en cuanto la concejala de Festejos, Blanca Carpintero, ha cortado la cinta (imaginaria) inaugural, el párroco de Gamonal, Marcos Pérez Illera, ha bendecido con la rogativa de que cesara la lluvia y ha empezado a sonar la música de los titiriteros. 

Los comerciantes llegados de distintos puntos de la geografía española miraban con resignación la lluvia incesante, pero confiaban en que las previsiones del hombre del tiempo fueran buenas y el cielo despejara por la tarde e, incluso, saliera el sol para iluminar el domingo y volver al siglo XXI con la alforja llena de monedas.  

Imanes de Gamonal, lámparas de sal, viandas con distintas denominaciones, prendas infantiles, jarros y vajilla de barro, frutos secos garrapiñados, encurtidos, bacalao de importación, jabones... La variedad de puestos no desmerece. Las imágenes de la galería dan fe de este abanico.