Jonathan Prado, entrenador del Mirandés B, sabe que los suyos llegan a la cita de mañana en plena dinámica positiva, después de 6 victorias consecutivas y con la moral por las nubes. Es consciente de que el factor mental es crucial en este tipo de encuentros en los que «la cabeza es tan importante como las piernas». Confía en su equipo y recuerda que han sabido competir en las dos anteriores eliminatorias. Señala otro aspecto imprescindible en estos duelos, «el corazón».

Indica que el choque del pasado 15 de enero puede tener «algunas semejanzas» con el  de mañana, aunque  recuerda que su equipo ha cambiado su estructura, «sobre todo ofensiva», así como en los dos contendientes ha habido variaciones en la «composición de las plantillas ha cambiado». «El ejemplo es Marcos Olguín, que en enero jugó con el burgos Promesas y ahora lo hará con nosotros», comenta.

Está satisfecho con la temporada del equipo, que ha ido «de menos a más y ha crecido» con el paso de los partidos. «El broche de oro para todos sería consumar el ascenso. La idea es que el filial siga dando saltos de calidad dentro de la estructura del club y eso es importante sobre todo para estar lo más cerca posible del primer equipo», explica.

Tiene que claro que sus jugadores afrontan este definitivo encuentro con la confianza que les han dado los últimos encuentros. Asegura que las victorias ante la Arandina y el Atlético Astorga les han ayudado a madurar. «Espero que a todo eso se le pueda dar continuidad en el choque contra el Burgos Promesas», finaliza el entrenador  del filial rojillo.