El aumento de la oferta de plazas de la Universidad de Burgos para estudiar en el extranjero el próximo curso, cerca de 1.000, ha traído consigo un incremento en el número de alumnos interesados, aunque no en la misma medida que el primero. La institución académica ha recibido 490 solicitudes, lo que supone solo 17 más que hace un año o un 3,5%, frente al 9% que crecieron las vacantes ofertadas.

La vicerrectora de Internacionalización, Elena Vicente, atribuye esta diferencia en la evolución a que se ha tocado techo en la cifra de estudiantes que acuden a la convocatoria. «Es una variación pequeña respecto al ejercicio pasado porque el alumnado ya sabe que la mayoría obtiene vacante», precisa, al tiempo que subraya de forma positiva que se hayan cursado peticiones en todas las titulaciones, siendo los del doble grado de Ingeniería Mecánica y Electrónica y los de Educación Primaria los que han mostrado un mayor interés.

De hecho, y al igual que ocurriera en 2018, los universitarios de la Escuela Politécnica encabezan la demanda de plazas, seguidos de los de las facultades de Educación, Derecho, Humanidades y Comunicación, Salud, Económicas y Ciencias. Además, la responsable académica se detiene en el creciente interés de los jóvenes que cursan un máster por optar a estas becas, principalmente entre los hacen posgrados técnicos como los de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, e Ingeniería Industrial.

«En este caso se da la circunstancia de que un estudiante puede irse por tercera vez al extranjero después de haberlo hecho en otras dos ocasiones mientras estudia el grado», precisa Vicente, quien agrega que la mayoría suele solicitar estas ayudas en segundo de carrera con el fin de realizar fuera uno de los semestres de tercero.

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