El Burgos CF, en una montaña rusa

ROBERTO MENA
-

El equipo blanquinegro no acaba de encontrar la regularidad y encadena fases en las que marca y suma con asiduidad con otras en las que le cuesta puntuar y ver portería

A la izquierda: Álvaro se lamenta tras la derrota que encajó el equipo contra el Eibar; a la derecha: piña de los blanquinegros tras un gol en El Plantío. - Foto: Jesús J. Matí­as

El Burgos CF transita por el peor momento de la temporada después de encadenar tres derrotas. Hace una semana el conjunto blanquinegro acudía a Tenerife como décimo clasificado -su mejor posición en la tabla en este curso- para buscar su tercera victoria consecutiva y su cuarto encuentro sumando, 7 días después se encuentra al borde del precipicio.

«Esto es la Segunda División», señalan algunos de los protagonistas. En cuanto un equipo se descuida sus oponentes se lo hacen pagar y la escuadra castellana ha vivido en sus carnes la cruel realidad del fútbol profesional.

El equipo de El Plantío busca el equilibrio, una mayor regularidad que no le haga vivir en una montaña rusa continua. Los trabajados ascensos se solapan con bajadas vertiginosas y las sonrisas se mezclan con las lágrimas en un escaso margen de tiempo. No solo es una cuestión de sensaciones o de estados de ánimo, sino que los números así lo dicen y la trayectoria de los blanquinegros en esta temporada está repleta de dientes de sierra en todos los sentidos.

El Burgos CF llegó al Heliodoro Rodríguez López en su mejor momento, después de haberse estrenado a domicilio -además fue en el Carlos Tartiere-  y de vencer y convencer al Huesca, un recién ascendido. Todo era color de rosa y es que el equipo había logrado 7 puntos en los 3 últimos partidos, en los que además había perforado 7 veces la portería contraria.

En una semana ha pasado del blanco al negro sin hacer una parada en el gris. El Burgos no ha sumado en los 3 últimos partidos, ha encajado 7 goles y no ha marcado ninguno. El panorama ha cambiado de forma drástica en solo unos días y el equipo ha pasado del todo a la nada.

Los futbolistas blanquinegros que conocen la categoría, aseguran que no hay que hacer un drama cuando llegan las vacas flacas, ni una fiesta cuando los resultados son favorables. Es un mensaje en el que el vestuario insiste, aunque nada tiene que ver con que el equipo sea capaz de mostrar una línea más uniforme, independientemente de los resultados.

El patrón se repite desde el inicio de la competición y el conjunto castellano sacó un punto en sus 3 primeros partidos, lo que se achacó tanto a la exigencia del calendario como a la inexperiencia. Posteriormente llegó la brillante victoria ante el Real Valladolid y con los 3 goles logrados también se aparcó el debate de la puntería.

La derrota ante el Alcorcón fue dura por cómo se produjo, aunque  posteriormente llegó la mejor de las rachas, que se ha juntado con esas 3 derrotas consecutivas con las que llega el equipo a la próxima jornada.

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este miércoles)