Atajarán el deterioro del puente de Covarrubias a Hortigüela

P.C.P.
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La Dirección General de Carreteras de la Junta no considera la obra de emergencia porque «no afecta a zonas estructurales fundamentales» pero sí ve comprometida su seguridad en algunos puntos

Algunas piedras de sillería han desaparecido, dejando al aire el hueco. - Foto: F2Estudio

La Dirección General de Carreteras e Infraestructuras de la Junta de Castilla y León ha contratado una actuación previa a la obra para atajar el «deterioro alarmante» de uno de los puentes de la serpenteante carretera que une Covarrubias y Hortigüela por el Monasterio de San Pedro de Arlanza. Aunque según la administración ha confirmado a este periódico, los problemas no afectan «a zonas fundamentales de la estructura» sí se ve comprometida la seguridad en algunos puntos, lo que podría llegar a poner en peligro la seguridad vial de los vehículos que circulan por esta vía autonómica.

De ahí que la obra no vaya a tramitarse por el procedimiento de emergencia pero sí con celeridad. Ya se ha contratado la inspección a fondo del puente, que se localiza en el kilómetro 5,700 de la BU-905, y la redacción del proyecto de seguridad vial con la consultora MBG por 16.940 euros. El documento se espera que esté listo para la primera quincena de diciembre, para acto seguido proceder a la licitación de los trabajos de reparación que se determinen.

Los problemas se han detectado gracias a un informe general que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente encargó para actualizar el inventario de puentes de la red autonómica de carreteras y que afecta a más de 2.600 infraestructuras en toda Castilla y León, 292 en la provincia de Burgos.

Fruto de esa inspección pormenorizada se han detectado en este paso de la BU-905 una serie de deficiencias, que se detallarán ahora, pero que, entre otros aspectos, revelan «grandes pérdidas de volumen, existiendo tres zonas bastantes comprometidas donde ha desaparecido gran masa pétrea, estando muy debilitada la estructura, siendo un punto bastante vulnerable ante una avenida u otro agente externo», explican los técnicos.

«Las actuaciones van encaminadas, por un lado, a detener el deterioro que sufre el puente, el cual se va incrementando, y por otro lado para volver a dotar a la estructura de las condiciones de seguridad, las cuales aparecen comprometidas en algunos puntos», detallan desde la Dirección General de Carreteras. Además de una limpieza general, se procederá a aplica un tratamiento herbicida/fungicida y se sellarán las grietas que no tengan carácter estructural. «Durante el proceso de restauración se valorara si es necesario llevar a cabo la hidrofugación de alguna zona para evitar la entrada de agua» del Arlanza, especifican.

Se trata de un puente de 80 metros de longitud total, desde el estribo de entrada al de salida, construido en piedra de sillería, compuesto por tres arcadas rebajadas o escarzanas apoyadas sobre pilas prismáticas rectangulares con los extremos cortos semicirculares. La luz de cada ojo mide 18,50 metros y  las dimensiones de las pilas son 1,80 m. de ancho y 6 de largo.

Aunque los sillares perimetrales se encuentran en perfecto estado, a lo largo del puente se han detectado en un primer estudio la rotura de algunas piedras o incluso la desaparición total, quedando el hueco que antes ocupa el material. También se observan «perdidas pétreas en zona de imposta de arranque de bóvedas», zona en la que,  sobre las pilas y estribos, la pieza de transición «está prácticamente perdida» y no ejerce bien «su función de evacuación ni de apoyo continuo de la bóveda», detalla el informe técnico, que también alerta de que la proliferación de la vegetación en los alrededores de la estructura y en el cauce del río, que impiden su cauce normal y pueden llegar a degradar el mortero.