Miranda recibe al hombre orquesta

Ó. CASADO
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De la mano del Festival de Cortos de Ebrovisión, Pablo Solo inaugura este sábado la nueva sala de conciertos que gana la ciudad en la calle Los Hornos, Un-Bar

Pablo Solo mostrará su habilidad este sábado en un concierto que arranca a las 20 horas.

Tocar un instrumento y cantar no está al alcance de todas las personas. Combinar ambas acciones tiene su dificultad, aunque el cántabro Pablo Fernández elevó hace años la apuesta con un proyecto que se define por el nombre: Pablo Solo. Así suele subirse al escenario, porque él se encarga de hace sonar la batería, la guitarra o todo aquello que le haga falta. En Miranda este sábado en la sala Un-Bar, a partir de las 20 horas hará un poco de trampa, porque remarca que en esta ocasión junto a él estará un contrabajista.

Pero este cambio no modificará la esencia de este artista autodidacta, que reconoce que «nunca he dado una clase de música y lo he aprendido todo de oído». La experiencia desde los once años sirve para hacer buena música, porque la meta de Pablo Solo no se queda en que la gente acuda a sus conciertos y se sorprenda con la facilidad para tocar la guitarra y la batería a la vez con la ayuda de los pies, sino que «lo que defiende es que no es solo ver a un hombre orquesta sino que lo que prima son las canciones».

El objetivo por lo tanto no dista en nada del que pueda tener un cantautor o una banda sobre un escenario y Fernández admite que cuando la música deja de sonar, el público que se acerca a él le confiesa la evolución que sienten desde «cómo empiezan a verme de primeras y cómo el público se sorprende por el espectáculo, pero luego vienen por las canciones», ya que empiezan viendo una novedad, pero terminan escuchando la música.

Los organizadores del concierto, vinculado al Festival de Cortos de Ebrovisión, indican que Pablo Solo «homenajea al mejor rock clásico». Su música la encuadran «en algún lugar entre el R&B, el rock and roll, y el easy listening», por lo que remarcan que el concierto de Pablo Solo «es una delicatessen que ningún amante de la música debería perderse».

Con la actuación en el Un-Bar Miranda ganará también una nueva sala de conciertos, que quedará inaugurada con la actuación del cántabro. «Un honor», reconoce el protagonista, que no recuerda si esta será la primera vez en la que descorcha la música por primera vez sobre un escenario. «Puede que lo hiciera una vez hace muchos años en Santander pero no estoy muy seguro», trata de rememorar, aunque en cualquier caso agradece el hecho que «se acuerden de uno para inaugurar un nuevo proyecto».

Además, Pablo Solo también destaca lo importante de retomar la actividad para artistas como él, de salas pequeñas, aunque remarca que en el mundo de la cultura «todos los músicos lo hemos pasado mal, porque han sido casi dos años de parón». Por eso «empezar a ver que hay conciertos en los que, aunque la gente vaya con mascarilla, ya ves que el público no está sentado , recuerda más al periodo pre covid», afirma el artista, que añade que «crucemos los dedos» para que no haya marcha atrás y no regresen las limitaciones que han apagado la música desde que arrancó la pandemia.

Por 10 euros. Los interesados en disfrutar o descubrir de la música de Pablo Solo pueden adquirir los pases en la plataforma digital  entradas.com, a un precio de 10 euros, mientras que en el propio día del concierto en el Un-Bar (calle Los Hornos), costarán 11.