Los hosteleros claman contra el plan de cierre provincial

I.M.L.
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El sector en Aranda exige la reapertura por localidades y que se elimine el límite de aforo para los locales para poder trabajar

Decenas de trabajadores del sector acudieron a la Plaza Mayor para hacerse oír, con manifiesto y pitada incluidos. - Foto: I.M.L.

Una situación insostenible, que acumula semanas de cierre ahora y con anterioridad y que no tiene visos de cambiar en breve según la postura de la Junta para fijar los criterios de desescalada por provincias. Un varapalo más para el sector de la hostelería que ayer se volvía a manifestar en Aranda de Duero (que hoy repetirá en Miranda de Ebro) para hacerse oír ante las administraciones. Ayer fueron los 21 concejales del Ayuntamiento arandino y pronto los responsables regionales a través de un comunicado que firmarán de manera conjunta los portavoces hosteleros de ambas zonas burgalesas.

Al cierre de sus negocios, el enfado se incrementa porque el criterio provincial coloca muy lejos en el calendario una posible apertura. «Esta postura de la Junta es vergonzosa, nos parece un insulto, nos tratan como si fuéramos tontos», se queja un hostelero arandino con muchos años de experiencia a sus espaldas. «Nos cierran a nosotros, nos cierran porque cierran toda Castilla y León y ahora no nos dejan abrir hasta que no mejore Burgos, nos estamos comiendo todos los cierres», critica con vehemencia otro compañero de sector.

La presidenta de la Asociación de Hosteleros, Nuria Leal, daba voz a todos sus compañeros, primero en el salón de plenos del Ayuntamiento y después en la concentración en la calle. «En sus manos no está la reapertura pero agradecemos el apoyo ante la Junta, pero sí que pueden agilizar los trámites, exonerarnos de impuestos o que los Arandabonos salgan ya», planteaba Leal, además de recordar a los concejales que «nos tengan en cuenta a la hora de elaborar los presupuestos del año que viene». La portavoz de Asohar era clara y contundente: «Sólo queremos que nos dejen trabajar, no queremos subsidios, queremos poder abrir y hacerlo en condiciones porque un aforo del 30% es la muerte del sector», reconociendo que la apertura durante las fechas navideñas no va a servir para maquillar las cuentas anuales de tantos negocios.

«Somos más que un bar, todos juntos somos más trabajadores que en Michelin», reivindicaba un manifestante. Y es que en la comarca ribereña hay entorno a 300 establecimientos de hostelería que podrían alcanzar una cifra aproximada de 1.500 empleos directos, a los que habría que sumar todos los indirectos porque las empresas de proveedores de todo lo necesario en el sector abarca a toda la comarca a la que da servicio.