Tanto el alcalde, Daniel de la Rosa, como las concejalas de Servicios Sociales y Sanidad, Sonia Rodríguez y Estrella Paredes, respectivamente, han comprobado por sí mismos lo díficil que es acceder al centro sociosanitario Graciliano Urbaneja con problemas de movilidad, una circunstancia que comparten buena parte de los socios y usuarios de los 13 colectivos que tienen sede en el inmueble, ubicado entre el Hospital Militar y el Centro de Enfermedades Raras: personas con esclerosis múltiple y lateral amiotrófica, daño cerebral adquirido, espondilitis anquilosante, Corea de Huntington, fibromialgia u otras con tratamientos hemato-oncológicos, dislexia, celiaquía, hemofilia o autismo.
Los tres integrantes del equipo de gobierno han recorrido las tres plantas del edificio, que más de diez años después de su apertura sigue sin plan de seguridad, y han escuchado las reivindicaciones de los usuarios, las más de las veces relacionadas con temas económicos o falta de espacio para terapias y/o talleres.
Rodríguez ha ido tomando nota de cada reclamación.
Más información en la edición impresa de DB de mañana, 30 de julio.