La Junta cambia de criterio y deja a 4 provincias en fase 2

David Alonso
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Sanidad solo pedirá el cambio de fase para cinco provincias y achaca la decisión a la «prudencia, criterios epidemiológicos» y la proximidad de la zona sur con Madrid, «epicentro de la pandemia»

Un grupo de personas comen en una terraza próxima al acueducto de Segovia - Foto: Rosa Blanco

Castilla y León avanzará en la desescalada, si el Ministerio de Sanidad lo permite, a dos velocidades después de que el Gobierno autonómico haya decidido a última hora modificar la propuesta que remitirán al departamento de Salvador Illa y no solicitar el pase de la Comunidad al completo a la fase 3 para el lunes 15 de junio. Utilizando la Autovía A-11 como dique imaginario, la Junta de Castilla y León mantendrá a las cuatro provincias del sur, Ávila, Salamanca, Segovia y Soria en la fase 2 de la desescalada, mientras que el resto –Burgos, León, Palencia, Valladolid y Zamora– podrán estrenar nueva etapa el lunes. Así lo anunció la consejera de Sanidad, Verónica Casado, después de que a principios de semana ella misma anunciase que iban a solicitar al Ministerio que las nueve provincias accedieran a la fase 3 el 15 de junio, completando solo una semana en la segunda etapa de la desescalada.

Un giro a última hora que la consejera achacó a criterios epidemiológicos y a la «prudencia» dada la situación que se están dando en el entorno de la Comunidad, como en Madrid y en País Vasco. De hecho, a pesar de que luego rectificó, en un primer momento reconoció que el dejar al cinturón sur de la Comunidad una semana más en fase dos responde a su proximidad con Madrid, «epicentro del coronavirus», aunque luego matizó que tres de las cuatro provincias ‘rezagadas’ tienen una tasa de incidencia acumulada superior a uno. Así, destacó que en Ávila, Salamanca y Soria los criterios epidemiológicos «están más justos», por encima de los ratios establecidos para los últimos 14 días, mientras que en el caso de Segovia, aunque «tiene mejores datos», se acordó que no avance de fase «por su localización y por razones de precaución» ya que fue una de las más afectadas por la pandemia.

Sobre el País Vasco, comunidad próxima a Burgos que está experimentado brotes en los hospitales de Basurto (Bilbao) y Txagorritxu (Vitoria), la consejera de Sanidad destacó que van a hacer un seguimiento «muy cercano» en Miranda de Ebro y en el Condado de Treviño, especialmente, al tiempo que recordó los «buenos» datos de la provincia burgalesa, que pese ser vecina de Vitoria y Vizcaya, si avanzará de fase. Además, recordó que las autoridades vascas han renunciado a solicitar la movilidad entre autonomías del norte, debido a los casos que han tenido.

«No es un castigo».

Verónica Casado aprovechó para mandar un mensaje a los ciudadanos de las cuatro provincias que no avanzan de fase, a los que pidió que no lo vean como «un castigo» sino que es una medida de «protección y seguridad» por lo que les solicitó paciencia y precisó que la diferencia entre la fase 2 y la 3 se refiere más a capacidad de aforo de lo espacios que a «grandes cambios» de movilidad.

Durante su intervención, en la que estuvo acompañada por el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, la titular sanitaria insistió en la necesidad de la «prudencia y la cautela», y sostuvo que no se trata de una carrera, sino de «llegar en las mejores condiciones». «La prudencia es la que nos ha permitido rebajar la incidencia del virus en Castilla y León, explicó, y quiso dejar claro que la evolución autonómica es «buena» y que  «vale la pena esperar».

Este avance a dos velocidades, que tendrá que recibir el visto bueno del Ministerio durante la reunión bilateral que se celebró ayer por la tarde, permitirá al anillo sur mantenerse en la misma fase que la Comunidad de Madrid. En este sentido, Casado reconoció que se siente «más tranquila» de que la autonomía vecina no vaya a solicitar el cambio de fase. «Nosotros queremos evitar que ocurran los brotes que estamos viendo en otras comunidades, y por eso hemos decidido ir a nuestro ritmo y establecer velocidades distintas entre las provincias», añadió Casado. Al respecto, Igea quiso añadir que Castilla y León «no va más despacio, vamos más deprisa en la rebaja de la incidencia epidemiológica», y detalló que hace unas semanas la Comunidad era la primera en tasa de incidencia acumulada y ahora se encuentra en novena posición.

Sin cambios en movilidad

El vicepresidente de la Junta explicó que se ha acordado mantener las medidas establecidas para la fase 3 para las cinco provincias que podrán avanzar en la desescalada, por lo que no habrá movilidad entre estas ellas, ni entre comunidades. Además se establecerán limitaciones en lo que tiene que ver con el ocio nocturno, es decir, no habrá consumo en las barras de los bares ni se permitirá la apertura de las discotecas de la Comunidad. 

Por último, Casado e Igea evitaron pronunciarse sobre si el 21 de junio finalizará el confinamiento y Castilla y León iniciará la nueva normalidad tras decaer el estado de alarma. «Veremos», dijo la consejera, quien recordó que en caso de detectarse un brote se aplicaría una reescalada por zonas básicas de salud y no por provincias.