Los informes técnicos encargados por el Ayuntamiento para evaluar la viabilidad de la apertura del carril bus del bulevar a todos los vehículos no son nada proclives a la idea de Ciudadanos aprobada en Pleno con el apoyo de PP y de Vox. En resumen, su valoración establece que dicha modificación volverá más peligroso este vial por el aumento del riesgo de atropello a peatones y de los accidentes entre coches y ciclistas o usuarios de patinete. De modo que concluyen que «no es aconsejable» liberar ese carril a todo el tráfico rodado.
Si se llevara a cabo el cambio y se abriera el carril derecho a todos los coches, la intensidad media de vehículos se incrementaría sobre un 50%, con un incremento paralelo al mismo tiempo de los giros a la derecha desde el bulevar a las calles transversales y los giros a la izquierda hacia la gran arteria desde las vías perpendiculares. Asimismo, la velocidad media en el carril bus-taxi disminuiría, lo que provocaría un incremento de los tiempos de recorrido para el autobús urbano y los taxis. Al mismo tiempo, la velocidad en el carril izquierda aumentaría, con lo que subiría el riesgo de atropello de quienes cruzan por los pasos de peatones sin semáforos, advierte uno de los informes municipales a los que ha tenido acceso este periódico.
Además del aumento del peligro de atropello y de la siniestralidad entre automóviles y de estos con bicicletas y usuarios de VMP, también se elevarían los niveles de contaminación atmosférica en el entorno y su afección sobre la salud humana; se incrementaría el ruido a lo largo del trayecto central del bulevar, y se tardaría más -sobre todo el transporte público- en recorrer todo el itinerario. El documento, además, subraya que la implantación de la medida conllevaría una merma de la calidad de vida de los ciudadanos, tanto de los que usan el bulevar como vial de tránsito como de aquellos que no lo emplean pero residen en su entorno. Asimismo, resalta que liberar el carril derecho supondrá un elevado coste económico derivado de la modificación y colocación de elementos de señalización y regulación del tráfico.
Además, los técnicos avisan de que no es necesario ni razonable convertir la zona central del bulevar en una vía de alta capacidad, lo cual incrementaría los problemas de tránsito rodado y peatonal y generaría riesgos añadidos a la seguridad vial.
Recuerdan los informes que los modos de movilidad y transporte en el entorno urbano han experimentado cambios importantes en los últimos años bajo la filosofía de una convivencia pacífica entre vehículo y peatón y con el principio de promover formas de tránsito rodado más económicas y respetuosas con el medio ambiente. En este sentido establecen que no hay necesidad de abrir el tráfico del carril-bus al resto de vehículos, porque significaría incentivar el uso del vehículo privado frente a otras formas de transporte más sostenible.
Los informes echan la vista atrás y traen a la memoria la filosofía del proyecto de Herzog y De Meuron de poner en marcha un vial de encuentro y convivencia pacífica entre tránsito rodado y peatonal. Las intensidades medias entre los años 2012 y 2018 han oscilado entre los 4.800 vehículos al día y los 7.600 en los distintos tramos de bulevar, con una velocidad media entre los 40 y 45 kilómetros hora, que no suscitan episodios de congestión que afecten negativamente a la seguridad vial. Los técnicos apuestan por seguir con esa convivencia pacífica y desaconsejan la liberación.