Último viaje rumbo a segunda

Ó.C
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El Mirandés ya está en Mallorca, donde jugará esta tarde (18.00 horas) el encuentro final para lograr el ascenso. Los rojillos parten con un resultado de 2-0 a su favor del duelo en Anduva

Último viaje rumbo a segunda

Toda la ilusión de una temporada, con más de cincuenta partidos en las piernas, horas de entrenamientos y kilómetros en desplazamientos, es lo que se juega el Mirandés esta tarde en Son Malferit (18.00 horas) ante el Atlético Baleares. El premio es el ansiado ascenso, el regreso a Segunda División tras dos años en la categoría de bronce. Un sueño para la parroquia de Anduva, que ve que como posible lo que el equipo hasta ahora solo le había hecho soñar. Volver a celebrar un ascenso.

A pesar de la confianza, nadie lanza las campanas al vuelo. El resultado en el partido de ida de la eliminatoria por el ascenso, en el que los rojillos vencieron por 2-0 a los baleáricos, es una ligera ventaja. Pero más allá de esto, todos los que forman parte del Mirandés son conscientes de que un ascenso no se logra sin sufrimiento, y se espera que en los 90 minutos de juego, más el tiempo añadido, haya momentos en los que toque sufrir y hacer frente al rival.

Para poder hacerlo con las mejores garantías, el Mirandés jugará a lo que sabe. Lo explicó el técnico mirandesista, Borja Jiménez, en la previa, y los jugadores a lo largo de esta interminable semana también han mantenido la misma idea para ser los vencedores. De esta manera, habrá fases en las que se tengan que replegar, pero querrán también defender y descansar con la posesión de la pelota. Una de las señas del equipo.

Esta es una de las armas de los rojillos y la mejor prueba está en el choque de la anterior eliminatoria ante el Recreativo de Huelva. En ese encuentro, los jabatos supieron tener el esférico, sufrir y buscar la portería cuando hizo falta. Con el ejemplo de ese encuentro, también se pueden descubrir pistas sobre cómo puede jugar el Mirandés en Son Malferit.

Por eso parece probable que los rojillos regresen al 4-4-2. Con este dibujo, acumularían dos líneas de cuatro por delante de Limones, y ganarían dos puntas para poder aprovechar balones en largo cuando la presión del rival no permita jugar. En cualquier caso, en el once se contará con la baja de Sergio en defensa, que se ocupará por Melli. A partir de ahí, hay más dudas puesto que habrá que ver si Borja Jiménez saca de inicio a todos sus centrocampistas, con Romero, Guridi, Bravo y Cerrajería, como en Huelva, o saca a Carlos Julio por delante de Paris, para jugar con doble lateral.

En ataque habrá que ver sipuede jugar Yanis, tras la recuperación de sus problemas en el cuádriceps. En ataque el que parece fijo es Matheus, que está terminando la temporada en un gran estado, con dos goles en los play off.

Esta es la misma cantidad de Álvaro Rey, aunque en los choques de fuera en las eliminatorias no ha partido de inicio aunque su desborde y calidad pueden ser una de las bazas. También existe la posibilidad de meter a Rodrigo, que aporta velocidad y trabajo, o a Claudio para jugar con los dos puntas que tiene el equipo y que han demostrado que se complementan a la perfección, para tratar de matar el encuentro.

El rival también tiene problemas por las bajas, aunque espera contar con el lateral Kike, que no pudo estar en Anduva. Manix Mandiola también cuenta con que pueda jugar el central Rubén, aunque si se arriesga se infiltrará. De esta manera, el técnico del Baleares podrá cubrir la baja obligada en el eje de la defensa por la sanción de Villapalos. En el centro del campo, al capitán Fullana también le tendrán que buscar un compañero que sustituya a Vallori, que tampoco puede jugar por sanción. Su puesto en el once lo ocupará previsiblemente Ortiz.