El Estado entierra las autovías de Burgos

H.J.-J.M.
-

Los tramos que ya están en marcha en la A-73 y la A-12 reciben un verdadero esfuerzo inversor de los Presupuestos Generales del Estado para 2021. El resto seguirán condenados a eternizarse en los proyectos

Obras en la A-12 en territorio riojano. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado, el primero fruto del Gobierno de coalición PSOE-Podemos, no depara ninguna sorpresa agradable para la provincia de Burgos. Más bien al contrario, profundiza en el retraso de las grandes infraestructuras por las que el territorio burgalés lleva esperando muchos años y, a la espera de ver cómo se reparten los fondos europeos llamados «de resiliencia», confirma un panorama generalizado de estancamiento.
El importe total asciende a 132,95 millones de euros, lo que supone un 0,7% más que en los presupuestos actualmente en vigor, y se llevan un 15% de la tarta autonómica. Pero frente a las cifras gruesas, el análisis detallado de la montaña de documentos que componen el presupuesto no proporciona muchas alegrías.

Las pretendidas autovías A-12 (a Logroño) y A-73 (a Aguilar de Campoo) solo contemplan partidas de inversión medianamente cuantiosas, al menos lo suficiente para que se puedan mover máquinas y operarios, en los tramos que ya tienen en marcha cada una de ellas. Es el caso de los 19,4 millones que se lleva el Pedrosa de Valdelucio-Báscones de Valdivia (ya en la provincia de Palencia), que debería estar terminado desde el verano pasado y que previsiblemente concluiría por fin en 2021.

También obtiene un modesto impulso de 5,99 millones el recién iniciado Santo Domingo de la Calzada-Villamayor de los Montes, y con 4,5 millones por parte de la Sociedad Estatal de Infraestructuras de Transporte aparece  el Burgos-Ibeas. Hay que recordar que este tramo lleva parado casi dos años enfangado en un tira y afloja entre el Gobierno y la empresa adjudicataria.

Más allá de estos tres ‘privilegiados’, el resto de fragmentos que componen las autovías y que permanecen en fase de proyecto presentan calderillas en forma de 100.000 o como mucho 300.000 euros, que por supuesto no permitirán ejecutar nada. Además, la A-11 a su paso por la Ribera del Duero cuenta con partidas irrisorias que tampoco facilitarán pasar del papel al terreno.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)