El proyecto de la depuradora cumple la evaluación ambiental

Ó.C
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El procedimiento se ha salvado con una revisión simplificada, por lo que se han acortado los plazos para iniciar la actuación de ampliación el próximo año. Las obras pueden afectar al yacimiento romano de Arce-Mirapérez

El proyecto de la depuradora cumple la evaluación ambiental - Foto: ENRIQUE.TRUCHUELO

El proyecto de ampliación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) ha salvado un trámite importante para invertir los 16,5 millones de euros anunciados. El salto se ha dado con la tramitación ambiental, un paso en el que no se sabía si sería necesario realizar una evaluación simplificada, o por lo contrario, había que acudir a un procedimiento ordinario, con una Declaración de Impacto Medioambiental, por lo que la obra se retrasaría. Sin embargo, ayer se publicó en el Boletín Oficial del Estado la resolución de la Dirección General de la Biodiversidad y Calidad Ambiental, en la que se determinaba que tras el estudio simplificado el proyecto de ampliación de la EDAR ya cuenta con este trámite.

De esta manera, con el visto bueno ambiental, habrá que ver si las obras arrancan en 2020. Una fecha mencionada por la anterior delegada del Gobierno en la región, Virginia Barcones, que fue la encargada de presentar el proyecto. La inversión se tiene prevista con fondos de la Dirección General del Agua que es la encargada de realizar una actuación, que fue reconocida como «de interés general».

En el informe publicado, se hace referencia a las medidas concretas y el impacto potencial que puede tener la ampliación en el entorno dentro de diversos ámbitos. Sobre lo que se va a hacer, se indica que se pondrá en marcha la tercera línea de tratamiento biológico o la construcción del nuevo decantador, con lo que se aumentará la capacidad de depuración hasta los 19.000 metros cúbicos por día.

En el exterior de la EDAR, se construirá un depósito laminador con capacidad para 2.500 metros cúbicos, junto al Polideportivo cerca del río Bayas con el que se conectará con el aliviadero, aunque en su construcción se pueden producir «vertidos accidentales», se asume. También se instalarán nuevos colectores tanto por gravedad como por impulsión para llevar las aguas residuales desde puntos como Los Ángeles, Bayas, El Lago o Arce, hasta la depuradora.

Pero para comprobar si todas las actuaciones suponían un riesgo, se ha analizado cómo pueden influirlas obras tanto en el medio ambiente, como a los vecinos. Sobre cómo va a afectar en el entorno, el principal problema que se destaca está relacionado con el patrimonio cultural y el yacimiento romano de Arce-Mirapérez, aunque no se contemplan obras en las zonas anexas a los restos que se sacaron para el vial de acceso a Ircio.

No obstante, en el informe se reconoce que «la ejecución de las zanjas» para la conexión de Arce «podrían afectar». Por este motivo, desde la Consejería de Cultura y Turismo se considera «oportuno» tomar medidas como sondeos previos o el seguimiento arquelógico. Además, en esta línea se aclara que si finalmente las actuaciones previstas afectan al yacimiento se tendrá que contar con la autorización de la Consejería. Más allá de este aspecto, las obras no se espera que tengan influencia sobre los dos espacios cercanos incluidos dentro de la Red Natura 2000.

Respecto a la influencia en la salud pública, se asegura que en lo que se refiere a los ruidos, el nivel «no superará los umbrales establecidos». Además al contemplarse una gran cantidad de movimiento de tierras, en cuanto a la calidad del aire se proponen riegos periódicos, así como el control de la maquinaria o que si las cargas de material producen polvo, se cubran. Lo que tampoco se podrá evitar son los olores, aunque en esto juega un papel importante que la EDAR esté situada a 550 metros del primer núcleo de población que es Arce.