Cumplir con la tradición

C.M.
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Cientos de personas acuden al cementerio para honrar a sus seres queridos que ya no están. Hubo afluencia durante todo el día pero en menor medida que en otras ocasiones por el mal tiempo

Cientos de personas acudieron ayer al cementerio. - Foto: Christian Castrillo.

El cementerio municipal de San José se llena de burgaleses la víspera de la festividad de Todos los Santos para llevar flores a sus seres queridos que ya no están. La afluencia fue constante pero no hubo las aglomeraciones anteriores a la pandemia, quizás por el mal tiempo. Acabadas las restricciones que se impusieron en 2020, en esta ocasión no había límite de aforo, únicamente se diferenciaba la entrada y la salida del recinto. En el exterior la Policía Local se encarga de la regulación del aparcamiento y Protección Civil organiza la entrada al recinto. Los burgaleses han depositado flores en las tumbas ante un impresionante silencio solo interrumpido por la lluvia y se espera que la jornada de mañana, Día de Todos los Santos, la afluencia sea también alta. A las 12 horas está prevista la celebración de una eucaristía presidida por el arzobispo, Mario Iceta.

El Ayuntamiento sufraga al año 882.510  euros para el mantenimiento del cementerio. Además de realizar las funciones propias de los servicios funerarios (inhumaciones, exhumaciones, reducciones, etc.), en este contrato se preparan nuevas zonas de enterramiento, se mantiene toda la vegetación, se recogen y gestionan los residuos. Este año se han plantado 15 olivos de grandes dimensiones y se está a la espera de resolver el concurso para la reforma del osario. 

Espacio dedicado a las víctimas de la covid situado a la entrada del recinto.
Espacio dedicado a las víctimas de la covid situado a la entrada del recinto. - Foto: Christian Castrillo.

Por otro lado, el Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Burgos se ha mostrado partidario la propuesta de la Sociedad Civil Burgalesa (Socibur) de crear 'El Jardín del Recuerdo' en el Cementerio de San José. La propuesta pretende dotar al campo santo burgalés de un lugar adecuado para rendir tributo a todas las víctimas de la COVID-19, después de que el bipartito "haya incumplido" el acuerdo plenario para crear en la ciudad un espacio permanente para el recuerdo de quienes fallecieron a causa de la infección.