Primero fueron las concentraciones de los lunes frente a los consultorios cerrados y, ahora, los vecinos y las asociaciones culturales de la comarca del Arlanza quieren dar un paso más en su reivindicación para que vuelvan a abrir todos y atiendan in situ a la población, como antes de la pandemia. Empezaron con la campaña de recogida de firmas los vecinos de Tordómar, el 14 de noviembre con una mesa por la que ya pasaron varias decenas de vecinos, cada uno con su bolígrafo; desde el día siguiente los carteles están colgados en las tiendas de la localidad y son ya más de 200 las firmas recogidas.
Fue Jesús Cantero el promotor de la campaña, inmediatamente apoyado por la Asociación Cultural local. Tanto Cantero como la presidenta de ésta se alzan en portavoces de sus vecinos, hartos de no ver al médico en el pueblo -con contadas excepciones- y de tener que solicitar cita y desplazarse al centro de salud de Lerma, donde les atienden, con el inconveniente de que muchos vecinos, sobre todo los mayores, no tienen medios para desplazarse. «No tiene lógica que en vez de vernos aquí con todas la medidas de seguridad precisas lo hagan en Lerma, o sea, el mismo trabajo pero a 10 kilómetros; además, en Lerma al final se concentra más gente, la que llega de otros pueblos a lo mismo», asegura el promotor de la campaña. En la misma línea se expresa la presidenta de la asociación que añade que en verano, ya con todo abierto, bien podía haber vuelto los médicos, y espera que lo hagan cuando remita la pandemia.

Y si en Tordómar fue iniciativa vecinal, en Villafruela y Royuela lo ha sido municipal. En ambos pueblos han firmado prácticamente la totalidad de los vecinos que residen a diario en las listas repartidos en sus tiendas. 

También Cilleruelo de Abajo se suma a la campaña, promovida por la Asociación Cultural Collalba, con el respaldo del Ayuntamiento. Desde el pasado lunes han colgado el cartel para la recogida de firmas en la panadería, por la que pasan a diario los residentes, y en el Ayuntamiento en horario de secretaría. Mónica González es la presidenta del colectivo vecinal y, como sus vecinos, reclama la apertura de los consultorios y la asistencia presencial, como se hacía antes. No entiende que se abran comercios, colegios, administraciones y que hayan estado los bares y restaurantes abiertos en verano, pero los pueblos no hayan recuperado sus consultas los mismos días que tenían antes. No cree que haya nada más importante que la salud «y es, precisamente, la que más se está desatendiendo». La campaña estará abierta hasta las vísperas de Navidad, cuando se remitirán las rúbricas a la consejera de Sanidad, al gerente de Sacyl y al Procurador del Común. A pesar de levantar la voz, en el fondo el pesimismo se ha instalado en los pueblos y se teme que ni cuando pase la crisis de la covid, los consultorios volverán a estar abiertos como antes, dicen los vecinos.

Mónica cree que hay que presionar desde la unidad de la comarca, de ahí que desde los grupos de whatsapp de las asociaciones del Arlanza se está promoviendo que el ejemplo de éstos pueblos se extienda a todos los de la Zona Básica de Salud (ZBS). No descartan la acción conjunta y presentar a la vez las firmas antes de Nochebuena. 

De momento, los dos únicos consultorios que funcionan con mayor regularidad son los de Covarrubias y Villalmanzo, que se abrieron al contar con el doble circuito -accesos separados de entrada y salida-; en el resto, solo circunstancialmente y con cita previa acude el médico, que atiende bien en el consultorio o en el domicilio particular del paciente. Por su parte, las enfermeras sí están yendo a los pueblos con más frecuencia y lo han hecho, además, a todos los pueblos para inyectar a los vecinos la vacuna de la gripe.

El nuevo coordinador de la ZBS de Lerma, Antonio Cabezón, incide en que, a pesar de la situación, se está atendiendo a los pacientes. Comprende las reivindicaciones de los vecinos, aunque añade que la fórmula anterior a la pandemia era insostenible y que tiene que ser la Consejería quien definan el nuevo modelo a implantar en el medio rural una vez que haya pasado la pandemia, dando por hecho que no será como el que existía antes.