Proyectan excavar en la ciudad romana de Deóbriga

Ó.C.
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Un equipo interdisciplinar encabezado por la Universidad de Cantabria capta fondos para conocer qué esconde el yacimiento de Arce Mirapérez de Miranda. La prospección geofísica revela dos puntos de gran interés

Restos visibles en Arce Mirapérez junto a las tierras de cultivo anexas, donde esperan excavar para descubrir nuevos elementos de la ciudad romana de Deóbriga. - Foto: Patricia

Los pocos restos visibles del yacimiento de Arce Mirapérez languidecen bajo el vial de acceso al polígono de Ircio, pero el potencial de este patrimonio no desaparece. Así lo demuestra el último proyecto que se ha fijado en este punto de Miranda, y que surge de un equipo interdisciplinar encabezado por la Universidad de Cantabria, que en verano realizó una prospección geofísica con la que detectaron en la ciudad romana de Deóbriga "dos sectores impresionantes". Ahora pretenden excavar en ellos, como detalla el arqueólogo Ignacio Ruiz Vélez, académico de la Fundación Fernán González.

El plan está capitaneado por Alicia Ruiz Gutiérrez, catedrática de Historia Antigua de la entidad cántabra y también participan dos profesores franceses: Francois Didierjean de la Universidad de Burdeos y Laurent Brassous de La Rochela. Junto a Ruiz Vélez también está el arqueólogo mirandés Rafa Varón, que remarca "las posibilidades que todavía quedan por descubrirse".

Para confirmar los datos revelados por el último estudio, Ruiz Vélez indica que ahora solo queda excavar para conocer lo que esconde la tierra y para eso necesitan fondos. Por eso pedirán ayuda a la Junta de Castilla y León, mientras que la Fundación Cantera Burgos de Miranda añadirá una cantidad que esperan recibir del Ayuntamiento. La intención pasa por no demorar este asunto, porque "las perspectivas son muy halagüeñas", detalla el académico.

El proyecto tras los análisis del verano está claro, porque la prospección geofísica realiza "una radiografía", con la particularidad de que afloran las estructuras ocultas por la vegetación y la capa superficial. Con estos datos, Ruiz Vélez matiza que sobre todo esperan encontrar restos de gran interés en dos puntos, en un yacimiento que cuenta cerca de 26 hectáreas.

La primera marcada está junto al pueblo de Arce, donde "parece ser que existía una de las entradas de la ciudad romana". En ese espacio puede conservarse los muros y a partir de ahí la investigación conduce a la parte central, porque "las ciudades romanas tenían un plano más o menos rectangular con una calle principal de norte a sur que es el cardo y una transversal que es el decumano y donde se cruzaban estaban los monumentos más importantes". En ese punto el análisis geofísico reflejó "estructuras muy complicadas que puede ser el foro o residencias de gente rica", afirma el arqueólogo.

El origen de este núcleo empiezan en el cerro del infierno, que "es el primer emplazamiento del bronce final". Luego, en el mundo celtibérico, se expandió por la llanura hasta el pueblo de Arce y posteriormente "la ciudad se romanizó y es verdaderamente impresionante", confiesa el académico, que avanza que la importancia de la vía Aquitana en la que estaba encuadrada Deóbriga empuja a esperar buenos resultados del proyecto.