En un día de trabajo como cualquier otro, el escritor y periodista británico Caspar Henderson va hacia la cocina de su casa y descubre un parche de luz moteada en una de las paredes. Una luz brillante en un sitio que normalmente estaba oscuro y que le hizo sorprenderse.
Las preguntas que se hizo a continuación fueron el primer paso para su obra El mapa de las maravillas (Ático de los Libros): «¿Por qué? ¿Qué significaba ese sentimiento y como conectaba con el resto del mundo? Decidí mirar como esa simple experiencia conectaba con las siete maravillas que elegí para el libro: luz, vida, el yo, el corazón, el cerebro, el arco de la vida humana, el mundo como lo entendemos y la tecnología».
A través de siete capítulos, igual que las maravillas del mundo, el periodista británico nos lleva de viaje a través de su particular elección de maravillas. Pero no es solo ciencia lo que encontramos. En realidad, el mapa de Henderson es una mezcla maravillosa de ciencia, religión, literatura, arte e Historia.
Plagado de citas y referencias que piden tener un cuaderno de notas cerca, El mapa de las maravillas es, en efecto, una puerta al asombro. Los que tenemos una retina sana, que puede ver y apreciar la luz en todas sus formas, no solemos pensar en ello más que en una energía necesaria y, últimamente, demasiado cara. Hendeson va más allá y explora, a través de la física de la luz, para analizar las cosas maravillosas que esta revela y también explica cómo la luz ha sido fuente de inspiración para muchos movimientos.
«Para los cristianos, Jesús es la luz del mundo. Otras tradiciones han reverenciado la luz de una manera similar. Virtualmente, cada cultura tiene historias asociadas a los arcoíris. Los australianos aborígenes veneraban a la Serpiente Arcoíris, una enorme bestia que vive en los pozos de agua más profundos. Un arcoíris que apareció en la bandera de unos campesinos en una revuelta en Alemania en el siglo XVI. En el siglo XX la bandera con un arcoíris fue izada por los movimientos de cooperación y paz en Europa, especialmente en Italia. Algunas versiones fueron adoptadas por Birobidzhan, la patria autónoma judía de Siberia, y por el movimiento de los pueblos indígenas de los Andes. Desde finales de los 70, el movimiento LGTBQ+ han izado orgullosamente otras versiones de la bandera», sostiene el inglés, que se encoge de hombros ante la pregunta de si ha sido la ciencia influenciada por la religión desde que existe la humanidad.
¿Y cuál es la verdadera maravilla del mundo? «El cerebro. Es, probablemente, la manifestación más compleja del universo». Otra acertada elección de Henderson para que forme parte de su nuevo mapa de maravillas y que nos cautiva con sus explicaciones sobre este mecanismo tan complejo que llevamos integrado y que tanto poder y misterio tiene. «Podríamos decir que es como un jardín sembrado de incontables árboles que, gracias al cultivo inteligente, pueden multiplicar sus ramas y hundir sus raíces con más profundidad, y, como resultado, producen frutas y flores de mayor variedad y calidad».
Viaje exquisito
Realmente, El mapa de las maravillas es un viaje exquisito, sobrado de datos y explicaciones como para que el público pueda entender el funcionamiento y lo asombroso de luz, la vida, el corazón, el cerebro, el arco de una vida humana, el mundo y la tecnología. En cuanto a esto último, ¿cómo ve Henderson el futuro, pensando en el avance tecnológico? «Es sumamente posible que, en las décadas venideras, decenas o quizás centenares de innovaciones cambien nuestras vidas, así como lo que nos causa asombro, e incluso aquello que consideramos sublime en, o a través de, la tecnología del siglo XXI».