El sueño del niño del Cinexin

A.C.
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El director de cine menés David Pérez Sañudo ya grababa vídeos con sus amigos y escribía guiones en Primaria, como rememoran sus padres. El éxito arropa su primera película, 'Ane'

Pérez Sañudo, con el actor Pablo Rivero durante el rodaje de ‘Indirizzo’. - Foto: DB

A los 3 años le pidió a los Reyes Magos un Cinexin, el archiconocido proyector infantil. Antes de acabar Primaria ya pasaba los veranos «cámara doméstica en mano grabando los guiones que escribía». «Aita, aita, déjame la cámara. Te prometo que no la voy a romper, que la voy a cuidar mucho», le decía a su padre. Lucía Sañudo, con una memoria prodigiosa, recuerda junto a José Manuel Pérez cómo su hijo convertía a sus amigos en actores con disfraces incluidos y les pedía salsa de tomate para sus ‘sangrientas’ producciones infantiles. «Era un Spielberg en pequeño», describe. Con 33 años, la opera prima del director de cine David ópez Sañudo, Ane, se ha convertido en la película española revelación del Festival de Cine de San Sebastián, ganadora del premio a la mejor película vasca y al mejor guion vasco. Sus padres recuerdan la emoción que sintieron durante la larga ovación de aplausos que recibió el largometraje en su estreno en el Kursaal. Empezaban a llegar las recompensas tras un largo camino.

El joven menés fue nominado al premio al mejor director novel de este mismo festival y las críticas que está recibiendo presagian un carrera con futuro más que prometedor y una posible nominación como director novel en los Goya junto a la actriz protagonista, Patricia López Arnaiz, a quien muchos expertos intuyen ya con la estatuilla a mejor actriz en 2021. Quienes han estado junto a él desde su infancia conocen qué hay detrás de lo sucedido de forma vertiginosa desde septiembre.

David Pérez Sañudo vio su primera película a los 7 años. Al apagar las luces de la sala gritó «la luz», pensando que a oscuras difícilmente iba a poder ver nada. La anécdota la cuenta su padre. Cuando terminó de ver Parque Jurásico, «fue tal la emoción, aquellos ojos como platos… Creo que ahí despertó su vocación», rememora su madre. A partir de entonces comenzó a ver mucho cine, gracias en parte a la sala municipal Amania de su pueblo, Villasana de Mena, el único cine de Las Merindades. Pero también, a escribir guiones e historias sin parar. Con apenas 8 o 9 años ya decía a sus padres, ambos profesionales de la enseñanza, que tenía que ser director de cine. Aún ahora, despierta con una idea y en un fin de semana ha escrito el guion de un cortometraje como Un coche cualquiera (2019), ganador de más de una decena de premios este año y nominado en más de medio centenar de festivales nacionales e internacionales.

El camino del niño del Cinexin estaba claro. Estudió la carrera de Comunicación Audiovisual y después se formó en Dirección de Cine en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña. Antes, había pasado un año de Erasmus en Roma. El 25 de junio de 2008 llegó de Roma y el 26 de junio salía para Vermont (Estados Unidos) con una beca de formación. Otros dos veranos de la carrera los pasó en la Universidad de Cambridge. También hizo estancias en la Sorbona de París. Habla inglés, italiano, francés, algo de alemán y catalán, así como euskera.

Sin duda, «las cualidades de David son el tesón y la capacidad de trabajo», como describen sus padres. En la escuela catalana ya despuntó y su guión del cortometraje Indirizzo fue seleccionado para ser grabado en formato de cine. Lo protagonizaron Pablo Rivero (Toni en la serie Cuéntame) y Leticia Dolera. El 3 de diciembre de 2010 lo estrenó en la Sala Amania, en la que acaba de proyectarse Ane. «En estos diez años ha hecho una carrera de fondo, ha salvado obstáculos, ha peleado muchísimo, se ha caído y se ha levantado. Si no hubiera tenido esa fuerza de voluntad no hubiera llegado Ane», a juicio de sus padres, orgullosos de lo que ha luchado para lograr sus objetivos.

Lucía Sañudo admite que veía «muy difícil» que su hijo pudiera introducirse en el mundo del cine. Con 23 años ya hablaba de montar una productora. Y lo hizo y la llamó Amania Films, como el cine de su pueblo. Ycomenzó a grabar cortometrajes y a ganar decenas de premios y a obtener la confianza de actores de primera línea que no cobraban por participar en estos primeros pasos de un jovencísimo director y guionista en el que veían algo. «Los actores nos decían: es un fenómeno», recuerda Lucía Sañudo. Pero también se ganó la vida trabajando en series como Tierra de lobos o Gigantes o en películas como No habrá paz para los malvados, 23 F-la película...

Un apoyo desde la comarca. No solo sus padres han estado ahí. Muchos han confiado en su talento, como el empresario medinés, Agustín Delgado, socio de su productora desde 2017. Este cinéfilo, que incluso hizo pinitos como actor en sus años de estudiante, se atrevió a escribir guiones que nunca salieron de su casa. Pero ahora se ve como «un aprendiz de aprendiz de guionista», tras conocer al equipo de Amania Films. Cuando se enteró del estreno de Indirizzo en 2010 quiso conocer a David. Le llamó, le presentó una idea y empezaron a charlar.  Comenzó a apoyar su trabajo, a acudir a rodajes... Delgado pronto vio su talento y afirma que «si David estuviera en Estados Unidos estaría haciendo películas de primera división».

«Yo le consideraba ya hace años un director como la copa de un pino y me daba rabia que no encontrase apoyos para filmar un largometraje», señala. Fueron muchos los despachos que visitaron juntos para llevar convertir en un largo el corto Tiempos muertos, pero en Burgos y Castilla y León no hubo posibilidad alguna. El apoyo acabó llegando en otras tierras. Detrás de Ane, rodada en Vitoria hace justo un año, han estado EITB, RTVE, el Ministerio de Cultura o el Gobierno Vasco, entre otros. «Yo ya decía que en tres años iba a ser uno de los directores del panorama cinematográfico y ahora estoy convencido», insiste el empresario.

Agustín Delgado tiene clara su apuesta. «David es un enamorado del cine, no es que le guste, le apasiona y le obsesiona», relata. A la vez lo describe como un profesional «muy autocrítico y perfeccionista», pero sobre todo, lo considera «un creador al que le sobra talento». «Tiene una capacidad de creación brutal. Le das una historia y tiene una capacidad innata para crear una película, un corto, una serie», asegura. Ane ha dejado el listón muy alto. «Los críticos van a esperar la segunda película como un francotirador», cree Delgado. Pero el director de cine menés ya no va a parar y en 2021 es muy posible que veamos su segunda película.