Contrariados. Así salieron del campo el sábado tanto los jugadores de la Arandina como su entrenador, el ribereño Álex Izquierdo. Y es que, el cuadro blanquiazul había anhelado con ansia debutar por fin en liga tras tener que esperar dos semanas, pero ni en sus peores pesadillas el vestuario podía haber llegado a imaginar que su estreno fuera a resultar tan adverso.

En ese sentido precisamente, humildad máxima y «autocrítica», para un técnico, el blanquiazul, que ha asumido en declaraciones a DB su responsabilidad en el devenir de los acontecimientos vividos en Miranda. «Quizás no fui capaz en el descanso de orientar al equipo a lo que debíamos hacer en la segunda mitad», ha señalado tras reconocer, pese a todo, que sus pupilos hicieron «una buena primera parte» en la que, además de «llevar la iniciativa casi todo el tiempo», tuvieron también «varias ocasiones claras de gol».

Un escenario alentador de cara al futuro por el potencial que atesora, pero que debe servir, además, de punto de partida para corregir errores ya que, ante dicho escenario, Izquierdo no ha podido dejar de reconocer que a los suyos les faltó «acierto en los metros finales» y en la «última toma de decisión de cara a portería». Algo indispensable para poder ganar partidos y que espera pueda solucionarse en el transcurso de la presente semana ante la inminente visita del Bupolsa.

Fichaje frustrado. Juan Moreno, última incorporación de la Arandina, parece podría tener las horas contadas a orillas del Duero. Así al menos ha podido saberlo este medio a través de fuentes cercanas al club. Según dichas informaciones, el jugador habría encontrado, tras estampar su compromiso con el conjunto blanquiazul, un destino más acorde al perfil que buscaba de cara al presente curso por lo que, sin llegar a incorporarse si quiera a los entrenamientos en El Montecillo, es muy probable que el extremo mostoleño abandone la disciplina ribereña sin pisar siquiera territorio burgalés.