El 20% de los hospitalizados por covid fallecen

H.J.-I.M.L.
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Los datos del HUBU reflejan una tasa de muertes similar a los demás centros de la región desde el inicio de la pandemia, Miranda de Ebro destaca en positivo y Aranda de Duero tiene el dato más alto

El 20% de los hospitalizados por covid fallecen

Las peores consecuencias de la covid llegan siempre en forma de fallecimientos. Esta pandemia que se está llevando a millones de personas en todo el mundo, la mayoría de ellas de edad avanzada y a las que el virus les acorta una esperanza de vida que podía ser todavía de varios años, tiene un enorme reflejo en la presión hospitalaria pero también en las muertes que se producen en estos centros sanitarios.

Los tres hospitales de la provincia de Burgos habían registrado hasta este pasado jueves, y según datos ofrecidos por la Junta de Castilla y León, un total de 2.765 nuevos ingresos por covid desde el inicio de la estadística que empezó a sistematizarse el 18 de marzo. Siempre hasta el día 14 de enero, se registraban 586 fallecidos en hospitales, por lo que el porcentaje de decesos entre los hospitalizados asciende al 21,19%. Una de cada cinco personas no volverá jamás a su casa.

La cifra habla por sí sola de la gravedad que provoca en un buen número de pacientes y la media de los centros sanitarios burgaleses está en la línea de lo observado en otras provincias de Castilla y León, así como del resto de España según los datos que han ido haciendo públicos a lo largo de los últimos meses las distintas comunidades autónomas. Sin embargo, entre Burgos, Miranda de Ebro y Aranda de Duero sí que se observan diferencias.

El HUBU cumple prácticamente a rajatabla con la media al tener 2.066 ingresados por covid en los últimos 10 meses y un número de fallecidos de 423. Se trata del 20,6%.

 Por su parte, el Santiago Apóstol de Miranda ha visto pasar por las plantas (carece de UCI, al igual que sucede en Aranda) a 491 personas de las que han muerto 82, por lo que su porcentaje baja hasta el 16,9%. Finalmente, el Santos Reyes de la capital ribereña ha contabilizado 214 ingresos y 78 decesos desde marzo, lo que eleva el dato hasta el 36,6%, siempre según la estadística oficial que el portal de datos abiertos de la Junta de Castilla y León ofrece en su página web y que puede descargarse para su explotación estadística.

El de Aranda es el dato más alto de toda la comunidad autónoma, aunque le sigue muy cerca el Hospital del Bierzo (León) con un 34,5%. En el extremo contrario encontramos a los tres hospitales vallisoletanos. En Medina del Campo ha fallecido un 16,3% de la suma de los nuevos ingresos, en el Río Hortega el 17,8 y en el Clínico de Valladolid un 18,2%, lo que puede deberse a la especial característica de que en la provincia pucelana reside la población menos envejecida de la región (ver cuadro en esta página).

Fuentes del Hospital Universitario de Burgos advierten de que el modo de registrar y contabilizar las hospitalizaciones puede no ser exactamente igual entre los diferentes centros, por lo que recomiendan fijarse también en el número altas dadas, que reflejaría las personas que ya han pasado por el centro menos las que han fallecido o siguen ingresadas.

En este sentido, Aranda de Duero presentaría 321 altas y por tanto si lo contabilizáramos así su porcentaje bajaría hasta el entorno del 24%, más acorde con la media.

«somos de proximidad». Evaristo Arzalluz, director del Hospital de los Santos Reyes, señala que «para hacer un estudio riguroso hacen falta unos datos que son muy difíciles de recopilar, como los motivos del fallecimiento».

Además, apunta en su caso «las características peculiares de nuestro hospital, que consisten en la proximidad con la gente a la que atendemos, es decir, que el hospital comarcal por definición es de proximidad, así que nosotros hemos aceptado en el hospital todos los pacientes derivados por las residencias, sean de la edad y la situación patológica que sea».

¿Qué ha podido ocurrir entonces?: «Que han muerto en el hospital, no en la residencia. Quizás por eso nuestra tasa de mortalidad con respecto a los ingresados es mayor que en el resto de los hospitales», añade.

Arzalluz explica que él ya había detectado esa alta tasa, «pero no hemos hecho nada diferente a los demás en cuanto a tratamientos y atención a la gente, lo único es que hemos admitido todos los pacientes que nos han mandado las residencias de ancianos».

Por eso recalca que, en lugar de tomar su porcentaje de mortalidad como algo negativo, «se le puede dar la vuelta al planteamiento y decir que en Aranda hemos atendido a la gente muy bien porque en vez de dejarla morir en su casa, les hemos traído al hospital a morir».