Ciruelos y su plan de dinamización basado en el pastoreo

I.P.
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El Ayuntamiento se hará con un rebaño de cabras y busca un profesional o una familia para el proyecto, a quien dará vivienda. La propuesta plantea crear una red de senderos y corredores ecológicos, áreas de ocio y alojamientos rurales

Las cabras serán de raza Agrupación de las Mesetas, como las de esta explotación de Zamora que ya ha visitado el alcalde.

El equipo municipal de Ciruelos de Cervera viene trabajando en el proyecto de recuperación de la tradición pastoril desde que ganó la elecciones municipal en el año 2015, pero por circunstancias diversas y por la pandemia, el proyecto se ha ido retrasando. Ahora ya está más cerca de hacerse realidad, porque encima de la mesa tiene el documento elaborado con las propuestas de actividades de dinamización económica locales, entre las que se incluye el proyecto, así como decidida la parcela en la que se levantará la nave para acoger el rebaño. La finca está ubicada dentro del parque Sabinares del Arlanza-La Yecla, cuya declaración también se quiere aprovechar para desarrollar herramientas e iniciativas que permitan poner en valor los activos naturales de la zona. Es de titularidad municipal, tiene 6 hectáreas y, además, ya dotada de agua y luz porque en su día se hizo un pozo para abastecimiento público.

Las propuestas de dinamización económica giran sobre 4 ejes fundamentales: el control de la vegetación, una red de senderos locales, la potenciación de alojamientos rurales y la promoción de infraestructuras verdes. 

Es en el primer punto, donde el proyecto de Ciruelos de Cervera marcará las diferencias con otras iniciativas ya en marcha. Para hacer realidad ese proyecto de control de vegetación, el propio Ayuntamiento se convertirá en ganadero, porque la idea es hacerse con la titularidad de un rebaño de cabras, y potenciar el pastoreo tradicional. «El rebaño será municipal y contrataremos un empleado, o dos, o una familia, ya lo iremos viendo», explica el alcalde, Alfredo Alonso, que añade que la instalación también la hará el Ayuntamiento. En este sentido, remarca la diferencia con el proyecto de la pedanía de Briongos, donde el rebaño lo aportaba la familia que se vino a residir en el pueblo, desde Tarifa.

En ambos casos son cabras la especie ganadera elegida al ser las que mejor contribuyen a los objetivos previstos porque se alimentan de vegetación más leñosa, mientras la oveja, por ejemplo, es más de pasto. En este sentido, el Consistorio quiere un rebaño para un manejo tradicional, aplicando tecnologías modernas, pero sin desligarlo del pastoreo extensivo, porque la función que hará el rebaño es la del manteniendo del territorio, arbolado y desbroces para recuperar el entorno natural. El alcalde recuerda que la falta de ganadería ha provocado el cierre de los caminos en el monte por los matorrales. Otro de los beneficios de esta forma de pastoreo tiene que ver con la prevención de incendios forestales, y en este sentido, el regidor recuerda los dos conatos de fuego que tuvieron el verano pasado. 

La raza de las cabras es la denominada Agrupación de las Mesetas, que corre peligro de extinción y que actualmente se localiza en la meseta norte, Extremadura y parte de la meseta sur. Es una raza muy rústica, que se adapta bien a los terrenos duros y los inviernos fríos y tiene aptitud tanto para carne como para leche. En Castilla y León donde más ejemplares quedan en la zona de los Arribes del Duero, en las provincias de Zamora, Ávila y Salamanca. De hecho, el alcalde ha visitado un par de explotaciones en Zamora que serán de donde vengan las del proyecto de Ciruelos. 

200.000 euros de inversión. La finca donde se hará la infraestructura para acoger el rebaño está en torno a un kilómetro del pueblo. La nave se construirá lo más integrada posible en el entorno, por lo que se está estudiando la normativa que regula el Plan de Gestión del parque natural para adaptarla. Se baraja, incluso, que no esté totalmente asentada en el terreno, sino hacer una pequeña excavación para no exceder de altura al arbolado. Interiormente habrá dos zonas, una de estancia de las cabras y otra para instalar una sala de ordeño.

En principio, el rebaño que se compre será de unas 150 cabras, «el mínimo para que una familia pueda vivir», apunta Alfredo, aunque se traerían en dos fases. En una inicial, ejemplares de adultos y el resto chivas jóvenes. En esa primera fase entraría, además de la compra del rebaño, la construcción de la nave y equipo de ordeño, en la que el Ayuntamiento prevé un presupuesto de 200.000 euros. Queda por definir, reconoce el alcalde, como será la relación contractual con el pastor, porque si bien será empleado municipal con su sueldo, hay que regular la comercialización de la carne y la leche, algo que el Ayuntamiento no puede hacer. 

El Consistorio pedirá a los interesados que presenten un proyecto de desarrollo vinculado, como puede ser una quesería. Para el alcalde sería un ‘tanto’ que fuera una mujer quien estuviera al mando de este proyecto. Es una apuesta arriesgada, pero muy interesante.