Música frente a la adversidad

SPC
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Arranca en el Río Hortega #MonodosisMusicales, un ciclo de microconciertos de profesores de la Escuela Municipal de Música de Valladolid ante pacientes ingresados en oncología

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Escuela Municipal de Música de Valladolid comienzan la iniciativa '#MonodosisMusicales' en la Unidad de Oncología del Hospital Río Hortega. - Foto: Ical

“La música nos transporta a todos. Nos transforma, nos hace ver la vida de otra manera”. Con esas palabras resumía en la mañana de hoy el director gerente del Hospital Universitario Río Hortega, José Miguel García Vela, la esencia del proyecto #MonodosisMusicales, una iniciativa de la Escuela Municipal de Música Mariano de las Heras, dependiente del Ayuntamiento de Valladolid, que en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer ofrecerá pequeños conciertos de media hora de duración a los pacientes de oncología del centro hospitalario hasta finales del próximo mes de junio en 22 sesiones, matinales los viernes y vespertinas los sábados.

La iniciativa da continuidad y tiene el mismo formato que el proyecto #UCISonora, que se desarrolló desde el 15 de noviembre hasta final de año en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del mismo hospital. El objetivo, como entonces, es aportar entretenimiento y mejorar la estancia de este tipo de pacientes ingresados. “Solo con ver cómo se ilumina la cara de los pacientes que están con tratamiento en ese momento, y les cambia completamente con la música, es más que suficiente para estar muy satisfecho con la iniciativa”, resumió García Vela.

Tras la presentación a los medios, la propuesta arrancó en la mañana de hoy, con una sesión a las 11.00 horas. Una decena de enfermos y algún familiar se acercaron hasta la sala habilitada para las actuaciones, antes de que la irrupción de periodistas y medios gráficos interrumpiera la magia que despertaba la música.

Los 28 profesores de la Escuela, según explicó su director técnico, Francisco Javier Alonso Zarzoso, han querido intervenir en la propuesta de manera voluntaria, interpretando ante los pacientes diversos géneros musicales con todo tipo de instrumentos, desde las guitarras hasta el violín, pasando por la flauta, los teclados o el saxofón. “En función de la edad de las personas que asistan se decide uno u otro repertorio, que va desde los boleros hasta bandas sonoras de películas que puedan reconocer, o piezas clásicas”, señaló en declaraciones recogidas por Ical.

Aunque más adelante está previsto que se incorporen a interpretar algunos de los más de 1.600 alumnos matriculados en el centro, por el momento son los profesores quienes se ocupan de esa tarea, compartiendo con los pacientes una experiencia que catalogó como “muy dura y muy gratificante” para ellos. “Tenemos la suerte de contar con profesionales que ya han estado actuando en grandes recintos, pero los mejores conciertos no se hacen en los teatros más grandes sino en estos lugares. Esta es una de las experiencias más bonitas desde el punto de vista profesional que los profesores están viviendo”, resumió.

Humanizar la asistencia

El presidente de la Asociación Española contra el Cáncer en Valladolid, Francisco Javier Arroyo, no podía disimular su alegría por una iniciativa que busca, según explicó, “potenciar la humanización en la asistencia al enfermo”, uno de los objetivos compartidos por el propio Río Hortega, en palabras de su gerente. Para Arroyo, “no solo se trata de tener los mejores aparatos sino de darse cuenta de que el tratamiento de una enfermedad es integral, y dentro de él hay que incluir de forma decidida los valores emocionales y espirituales, aquellos que hacen que la persona sea algo más que un tumor, que una infección, que una hemorragia o una fractura”.

En su opinión, todos esos aspectos se están potenciando en la medicina, y ello permite que se establezca un nuevo espacio de acercamiento entre un enfermo y el hospital, y posibilita que “un entorno donde uno no está acostumbrado a vivir, que le desplaza de su medio habitual, le resulte más ameno, más agradable y más cercano al paciente”. “Para ello hemos utilizado la música, que nos lleva, nos transporta, nos evoca y nos emociona. Todos vivimos con recuerdos de la música de un momento, de una situación, de un viaje... y la música es el mejor vehículo para poder establecer ese nuevo espacio de encuentro entre el enfermo y el hospital, y hacer que su estancia sea mucho más agradable”, estimó.

La concejala de Educación, Infancia, Juventud e Igualdad del Ayuntamiento de Valladolid, Victoria Soto, recalcó que uno de los leitmotivs que mueven la actividad de la Escuela Municipal de Música es “devolver a la sociedad lo que ella les da”, un lema que según explicó comparten desde el propio Consistorio. “En la Escuela, además de las enseñanzas musicales, los alumnos aprenden valores como la solidaridad y la generosidad, algo importantísimo en estos momentos”, sentenció. En su opinión, “la música es fundamental porque te ayuda a pensar que sigues estando en el mundo real y a alimentar la esperanza en la recuperación”. Además, a su juicio, esta iniciativa ayudará a que “todos los ciudadanos se den cuenta de que tienen cerca personas que necesitan nuestro apoyo y acompañamiento”.

La propuesta se implantará también en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid a partir del mes de febrero, a petición del centro, con sesiones “muy similares”. “Llevaremos el programa allí donde se nos pida siempre que podamos, porque estamos comprobando que la experiencia merece la pena”, concluyó el director de la Escuela, Javier Alonso Zarzoso antes de rematar: “La música ayuda, vamos a demostrar que así es”.