El artista total

R. PÉREZ BARREDO
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Antonio López, el hombre que dejará la huella contemporánea en la Catedral, es el artista español vivo más importante

Antonio López, un genio del arte español. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Hacía falta un pecado nuevo en la gran pintura y Antonio López se alzó con la hermosa blasfemia del realismo como viña de todas las cosas, escribió Francisco Umbral sobre el artista español vivo más importante, el pintor de la realidad, el artista total, el hombre llamado a dejar la huella del siglo XXI en la Catedral de Burgos con las nuevas puertas de la fachada de Santa María. Toda la trayectoria de Antonio López ha sido avanzar, innovar, dar pasos hacia adelante y dejar huella indeleble. Nacido en Tomelloso (Ciudad Real) en 1936, político su formación artística con su tío el pintor Antonio López Torres, quien le allanó el camino -al observar las innatas dotes del muchacho- para que ingresara con apenas 14 años en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. No defraudó a nadie: en los años siguientes recibió premios y reconocimientos que le valieron becas con las que pudo continuar su formación en países como Italia o Grecia, esenciales para cualquier artista totémico y llamado a ingresar con letras de oro en la cima de los grandes artistas contemporáneos.

Concluidos sus estudios, López tuvo una producción intensa, moviéndose entre las corrientes del cubismo y el surrealismo, por más que su obra era conocida figurativamente y habría en ella una gran variedad de temas, que van desde los bodegones con carácter fantástico, a temas vegetales , retratos cargados de fuerza y ??expresión o pinturas en las que la ciudad y el paisaje se muestran como fondo de las figuras y naturalezas muertas. A la vez que pinta, comienza a trabajar con la escultura, alivia especialmente aunque también piezas exentas; la escultura terminaría siendo esencial en su trayectoria artística sin que por eso abandone nunca la pintura.

"Antonio López ha determinado a lo largo de su carrera algunos aspectos muy interesantes. Primero, la innovación dentro de un conocimiento perfecto de la técnica. Es el suyo un realismo o hiperrealismo de lo inmediato, que se basa fundamentalmente en la inspiración de lo cotidiano , de lo que se encuentra en su derredor, dotado de una poética singular: las obras de Antonio López son capaces de sugerir lo psicológico, ya sea cuando se enfrenta a un paisaje urbano, ya sea cuando lo hace con un jardín o una figura. Sus obras manifiestan el pensamiento ", explica René Jesús Payo, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos.

Entre los años 60 y 80 participó en las exposiciones colectivas y fue protagonista de varias muestras individuales, entre las que destacaron, por su enorme repercusión y trascendencia, las realizadas en la Staempfli Gallery de Nueva York en 1965 y 1968, y en la Marlborough Gallery (Nueva York y Londres) en 1986. Además, en 1985 representa a España en Europalia, Bruselas, junto con los artistas Eduardo Chillida y AntoniTàpies En el año 90 se produjo un hito extraordinario en su carrera: fue cuando el director cinematográfico Víctor Erice filmó el largometraje El sol del membrillo, centrado en el proceso creativo del artista, que posteriormente fue galardonada con el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes del año 1992, así como con el Hugo de Oro a la mejor película de ficción en el Festival Internacional de Cine de Chicago y con el Premio a la Mejor Película de la década de la Cinemateca de Ontario en 1999. "El arte es convulso porque es el reflejo de la vida y de la sociedad ", dijo en cierta ocasión el artista, para quien una obra no se acaba nunca, sino que llega hasta el límite de las propias posibilidades.

"La pintura de Antonio López es una pintura psicológica que evidentemente demuestra que hay algo detrás de la misma. Se encuentra en la misma línea de autores hiperrealistas como puede ser Edward Hopper, en Estados Unidos. Cada una de sus obras cuenta una historia con enorme ninguna obra de Antonio López te deja indiferente por esta razón y por una prodigiosa capacidad técnica, casi fotográfica. Y aunque parezca mentira, es uno de los grandes referentes de la pintura de vanguardia de los años 60 y 70 ", subraya Payo.

Es el artista español más conocido y reconocido internacionalmente. Está presente en los principales museos y galerías de arte en las que sus obras se subastan por hasta más de un millón de euros. "En las últimas décadas ha comenzado un camino muy notable de carácter escultórico vinculado al bronce, en muchos casos en grandes formatos. Son todas las obras de enorme potencia visual y artística", apostilla Payo. Precisamente relacionado con el bronce, versa el proyecto para las tres hojas que afectan la entrada a la Catedral de Burgos por su fachadada principal, y que serán el hito esencial del octavo centenario de la seo, que se cumple el año que viene.

Trayectoria imparable. En 1993 realizó su primera exposición antológica en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con gran acogida por parte del público y de la crítica (años más tarde, la pinacoteca madrileña adquirió las esculturas Hombre y Mujer y diecinueve de sus dibujos preparatorios, que ver otras obras importantes de Antonio López pertenecientes a la colección permanente del museo). Dos años más tarde, en 1995, representaron a España en la Bienal de Venecia junto a Antonio Saura, Eduardo Arroyo y Andreu Alfaro.

Ya en este siglo XXI, presentado en la Asamblea de Madrid su pintura urbana del alcalde formato realizado hasta el momento, Madrid desde la torre de bomberos de Vallecas, obra inmensa, fabulosa, que supera los cuatro metros de ancho y representa casi la totalidad de la superficie de la ciudad vista desde aquel punto. En ella, además de querer documentar la ciudad, representando sus edificios más característicos con la definición que este deseo exigido, está presente un gran estudio de la luz y el cielo, que no escapan a la contaminación, consiguiendo una imagen totalmente real y reconocible de Madrid. En junio de este año recibió el Premio Velázquez de las Artes Plásticas, máximo galardón de las Bellas Artes en España. En 2008 culminó su primer encargo de escultura monumental pública en solitario.

En esa trayectoria imparable de Antonio López , en 2011 se inauguró en el Museo Thyssen-Bornemisza una exposición individual que aunaba el carácter retrospectivo con la presentación de su obra más reciente que todavía no había visto la luz y que se esperaba con verdadera expectación.

Otro hito esencial de los últimos años: en 2014 hizo entrega del cuadro La familia de Juan Carlos I, obra de gran formato -300 por 340 centímetros- que ha pasado a formar parte de las colecciones de Patrimonio Nacional. Esta obra se presentó en el marco de una exposición sobre el retrato real en el Palacio Real de Madrid: El retrato en las colecciones reales. De Juan de Flandes a Antonio López.

Durante su trayectoria profesional ha recibido numerosos premios y nombramientos, entre los que figuran la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983), el premio Pablo Iglesias (1983); el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1985); Miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1993); Patrono del Museo del Prado (1998-2009); Miembro Honorario del American Academy of Arts and Letters de Nueva York (2004); el Premio Ciudad Alcalá de Henares de las Artes (2004); la Medalla de Honor (2004) de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander; el Premio Velázquez de Artes Plásticas (2006); la Medalla de Oro de las Bellas Artes del Ayuntamiento de Madrid (2010); Académico de Honor por la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia (2017).