El anhelo de un tercer carril para la AP-1 tendrá que esperar. «Estamos en un momento de contención presupuestaria. Y ese tercer carril exigiría una inversión cercana a los 300 millones de euros». Son palabras de Pedro de la Fuente, subdelegado del Gobierno en Burgos, quien en el primera aniversario de la liberalización de la AP-1 avanza que esta vía de alta capacidad contará, entre Burgos yMiranda, con tres nuevos accesos, que ya se están estudiando entre cuatro posibles puntos por parte de los técnicos del Ministerio de Fomento. «El tercer carril no se ha descartado, pero ahora mismo resulta inviable económicamente. Por eso hay que aplicar criterios de coherencia y vamos a apostar por la permeabilidad del corredor. No renunciamos al tercer carril, sino entendemos que contando con la N-I tenemos una mayor capacidad y alcanzamos más objetivos: seguridad, eficiencia...», subraya.
Las infraestructuras, explica el subdelegado, «están al servicio de las personas. Y esto es muy significativo, porque de lo que se trataba en aquel momento [en referencia a la liberalización de la autopista] era de rebajar la siniestralidad, de acabar de una vez por todas con los muertos que se iban sucediendo cada año. Me reafirmo en el criterio de que la seguridad y la eficiencia tienen que seguir estando por encima de otras consideraciones, porque en última instancia redundan en la mejora de las condiciones de los usuarios de la vía», señala de la Fuente. En esa disyuntiva de ir mejorando las condiciones de la vía está el citado tercer carril, pero para el subdelegado del Gobierno éste podría tener otro sentido:«Si alguien habla de la permeabilidad de la vía en referencia sólo a la conexión con los pueblos de la zona se equivoca, y ahí es donde hay que hacer pedagogía: la permeabilidad es la mejora de la seguridad y de la eficiencia de la AP-1, porque hay que entender todo el corredor como un único ente», explica el subdelegado.
Así, considera que la Nacional I y la AP-1 deben entenderse como una misa vía. «La N-I forma parte de la AP-1 y lo hará de forma más sustancial cuando esté permeabilizada, cuando esté conectada. Así, debe entenderse la Nacional I como el tercer carril en muchos sentidos, como en un problema de viabilidad invernal o de un accidente: la N-I, bien conectada con la AP-1, servirá para descongestionar el tráfico, para utilizarse como vía alternativa.Además, es una carretera perfectamente acondicionada a la que no hay que arrinconar por una baja amplitud de miras, sino todo lo contrario. También contribuirá a combatir de alguna forma la despoblación, ya que se conseguirá una mayor facilidad para llegar a los pueblos del entorno de corredor que ahora se han quedado más aislados. Ese concepto, que se está estudiando con los técnicos, es muy importante. Y por eso se va a dar prioridad a la permeabilidad más que al tercer carril, porque cumplirá todos nuestros objetivos», apostilla.
Pedro de la Fuente asegura que antes de que termine el año estarán redactados los anteproyectos de las posibles conexiones para elegir las más idóneas. Aunque no se han desvelado los puntos que se están estudiando para esos futuros accesos, el subdelegado del Gobierno deja claro que la idea es que no haya más 15 o 20 kilómetros entre los existentes y los que se construirán.
«HA SIDO LACERANTE»
Pedro de la Fuente asegura que la gestión de los meses que siguieron a la liberalización de la AP-1 han sido duros. «Hay asuntos que tenían que haber estado resueltos por los gestores anteriores. Pero no había nada hecho. Ha sido lacerante porque nos jugábamos mucho».