A sus 25 años ha recibido por segunda vez la llamada del seleccionador de Angola. Le ha costado llegar a la cima del baloncesto; ha tenido que vestir numerosas camisetas españolas para ser reconocido en su país. Estos días, Julio Claver de Asís, alero del Tizona Autocid, está concentrado con la preselección africana en Barcelona y tiene opciones de quedarse entre los 12 elegidos por Will Voight. 

El pasado mes de junio, Julio Claver de Asís participó en la Ventana FIBA con el equipo nacional en Luanda (Angola). Sus buenos números con el Tizona le ayudaron a vestir la camiseta de la selección. Nuevamente ha sido llamado. «En principio, estamos 16 y tengo que pasar el corte», comenta el jugador, que tiene la esperanza de disputar los partidos en Rades (Túnez). Angola está en el grupo con Camerún, Chad y Túnez y está entrenada por el americano Will Voight, que hiciera campeona de África a Nigeria.

su pasión. El baloncesto es el único deporte que le llena. Hijo de atletas profesionales -su madre, Tina, tiene el récord de 100 vallas y de longitud, y su padre, Des, hacía decatlón- nació en España tras afincarse en Madrid, gracias a una beca deportiva. No le gustaba correr solo; el judo lo odiaba y finalmente se decantó por el basket en sus años escolares. «Mi familia me apoyó; siempre que hiciera algún deporte. Creen en mí y ellos son los que me empujan a seguir», revela Julio, que tiene por segundo nombre Claver, en memoria de un tío fallecido en la guerra civil de Angola.

Le gusta el baloncesto pero admite que hay que hacer muchos sacrificios para llegar a la élite. «Bodas, cumpleaños, eventos familiares de todo tipo te pierdes por el deporte; aunque también ganas experiencia», reflexiona el alero que empezó a jugar en el CREF Madrid, pasó por Zamora, Estela y Lanzarote. Esta campaña volverá a vestir la camiseta de Autocid por segunda vez con el reto de ascender a LEBPlata, tras su periplo internacional