La Arandina ha vuelto al trabajo tras el empate cosechado en el Adolfo Suárez con la mente puesta en su próximo compromiso liguero. Lo tendrá este próximo domingo en el Estadio municipal El Montecillo frente a un Burgos Promesas que, si bien no ha comenzado la temporada del modo deseado (marcha en la octava posición en la tabla clasificatoria), huelga decir también que su apertura de campeonato no ha sido la más propicia para puntuar.

Aún así, el conjunto dirigido por Óscar Río ‘Fosky’ se ha confeccionado este curso para dar un salto de calidad a la estructura burgalesa. Más aún, tras el convenio de colaboración firmado entre el Burgos CF y la entidad naranja (hoy reconvertida a los colores del club de El Plantío), que pretende servir en lo más inmediato de trampolín de lanzamiento a las jóvenes promesas del cuadro cidiano.

Debido a ello, el escenario que se plantea sobre el césped de cara al próximo partido de liga, invita a pensar de antemano que el duelo no será fácil de sacar adelante para el conjunto de Álex Izquierdo. Como tampoco lo será su próxima visita a la Albuera para medirse a la Gimnástica Segoviana, líder sólido del subgrupo B y máximo candidato al triunfo final en 2020.

Serán en total, por lo tanto, quince días de máximo esfuerzo y exigencia para una Arandina que ya inició este fin de semana pasado en la capital abulense su particular mes de vía crucis (se quedaba a prácticamente un suspiro de lograr la victoria en Ávila), y que se prolongará, tras los choques frente a Promesas y Segoviana, siete días más con el recibimiento de la escuadra blanquiazul al Almazán en El Montecillo.

Un duelo éste siempre complicado para los ribereños como así atestigua el historial de resultados (derrota 1-2 en 2019; victoria 1-0 en 2018, o empate, 1-1, en 2017), y en el que los adnamantinos tratarán de hacerse fuertes para seguir instalados en la parte alta de la clasificación.