Clases en remoto para los aislados

B.G.R.
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La Federación de Asociaciones de Madres y Padres exige más medios a la Administración para atender a los alumnos en cuarentena

Las llamadas aulas en remoto que permiten a los estudiantes seguir las clases en tiempo real desde su domicilio. - Foto: Patricia

Las quejas de las familias ya han empezado a llegar a la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (Fampa) y buena parte de ellas tienen que ver con la  enseñanza de aquellos alumnos que se encuentran en situación de cuarentena. El presidente de la entidad, Francisco Sánchez, asegura que no se trata de un déficit de atención educativa, sino más bien del sistema que se utiliza y que compara con el del curso pasado cuando comenzó la pandemia y se cerraron todos los centros.

«Hemos vuelto a los deberes y las tareas, pero echamos de menos que se emplee el método que han aplicado las universidades», precisa, en referencia a las llamadas aulas en remoto que permiten a los estudiantes seguir las clases en tiempo real desde su domicilio. Reconoce que sí que hay profesores que hacen uso de esta forma de enseñanza, pero que se trata de una «minoría», aunque cree que «no es algo tan difícil» siempre y cuando la Administración dote de más medios tanto a los colegios como a los profesores y el alumnado.

En esa reclamación, Sánchez precisa que no tienen por qué impartirse con este sistema todas las materias, pero sí buena parte de ellas porque de esta forma se mantiene el contacto directo entre docente y estudiante que permite las nuevas tecnologías. No obstante y a diferencia de lo que sostiene que ocurrió el pasado ejercicio docente, en esta ocasión no se están dando casos de profesores que «hayan desconectado» y se mantiene un seguimiento del escolar.

Labor pedagógica. Respecto al aumento del número de aulas cerradas, el presidente de la Fampa lo achaca a la «situación general que estamos viviendo» e insiste en que los centros «no son focos de contagio», ya que, según precisa, en la mayoría de los casos este se da en el entorno familiar o social. Reconoce, sin embargo, que es complicado evitar las concentraciones de alumnos en las entradas y salidas de las instalaciones y aboga por una labor pedagógica en la que «hacerles ver el momento actual y que son parte de la solución».