Esta calle parece una autovía

F.L.D.
-

El radar móvil de la Policía Local ha llegado a detectar velocidades que rozan los 120 kilómetros por hora en avenidas como Valentín Niño o Caja Círculo

Esta calle parece una autovía - Foto: Luis López Araico

Decía Christine Binswanger,  arquitecta del estudio Herzog &De Meuron que redactó el proyecto del Bulevar, hace unas semanas en las páginas de este periódico que construir una rotonda en el centro de la ciudad es anacrónico. Parece, sin embargo, un buen reductor de velocidad en todo el trazado de la ronda interior. Es posible que si el anillo interior no contara con glorietas se convertiría en un auténtico circuito de carreras. Incluso con ellas ya parece una autovía, al igual que otras avenidas de la ciudad como Martín Cobos, Francisco Salinas o la carretera de Logroño. Calles en las que no se puede sobrepasar los 50 kilómetros por hora y, sin embargo, el radar de la Policía Local ha llegado a ‘cazar’ a vehículos que iban a 120.

Ese cruce de caminos que rodea el barrio de Fuentecillas, y que hace las veces de conector con el Polígono de Villalonquéjar, es la zona donde los conductores más pisan el acelerador. Digamos que el recorrido comienza en el túnel de Islas Baleares con avenida Caja Círculo. A la altura del cementerio, donde se encuentra un radar fijo, las luces de freno se encienden súbitamente para evitar que la caja detecte el exceso. Sobrepasado el semáforo, las velocidades se incrementan progresivamente, aunque la glorieta de Juan Gil obliga a aminorar nuevamente la marcha. Ni el cinemómetro ni la infraestructura circular evitan, sin embargo, que en 2020 se llegaran a alcanzar los 108 kilómetros por hora, según datos facilitados por el cuerpo municipal.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)