Una plaga de termitas afecta las viviendas antiguas de Llano

S.F.L.
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Los insectos han devorado vigas, puertas, suelos y escaleras. Una empresa se encarga de las revisiones por todos los inmuebles y el Ayuntamiento pretende colaborar económicamente con el tratamiento

Rocío muestra restos de madera aniquilada por las termitas. - Foto: S.F.L.

«Están por todas partes», lamentan los vecinos de Llano de Bureba afectados por la presencia de termitas en el municipio. Desde que se descubriera la plaga, años atrás, los insectos se han adueñado de casi el 100% de las construcciones antiguas con estructuras y cubiertas de maderas viejas. La humedad y la cercanía del municipio al arroyo de Fuentespino provoca que dichas edificaciones se hayan convertido en caldo de cultivo para que estas invasoras se hayan expandido por  el pueblo, que apenas alcanza los 60 habitantes.

Los propietarios de los inmuebles afectados desconocen cuál fue el primer lugar en el que se apreciaron señales de la presencia de este insecto, pero quienes las han padecido aseguran que son «auténticas armas rápidas y letales para la madera». La madre de Rocío sufre las consecuencias desde hace años, cuando se percataron que una de las vigas de su casa cubierta de yeso se había rajado. «Al retirar el material observamos que no existía viga, se la habían devorado», afirma la vecina.

Tras invertir unos 800 euros en la reforma de la vivienda instalaron en el exterior de la misma unos tubos por donde un especialista inyectó un producto fungicida directo a las galerías de las termitas para terminar con ellas. «De este momento han transcurrido ocho años y los insectos vuelven a hacer de las suyas. Los marcos de las ventanas de la planta superior de la casa ya están de nuevo invadidos», añade Rosa.

David se encuentra en la misma tesitura. Su vivienda no corre el riesgo de venirse abajo pero si un viejo local en el que guarda herramienta. «El estado de las vigas es nefasto y la gran mayoría están podridas. Tengo claro que el tejado se caerá de un momento a otro», asegura el de Llano. A finales de septiembre la parte trasera de una de las casas del pueblo se desvaneció por culpa de estos insectos que se alimentan de la madera, aunque no hubo que lamentar daños personales. Por lo que explican los vecinos la reforma fue importante ya que los daños afectaron a varias estancias de la casa. Otro de los incidentes más graves ocurridos en los últimos tiempos fue el derrumbe de una escalera en otro edificio. «No podemos seguir así porque es peligroso», expone Rocío.

El propietario de la casa rural Casa Llano tomó medidas al poco de comprobar que en su negocio las termitas comenzaban a campar a sus anchas arrasando con vigas o marcos. Ha colocado varios cebos en las en el exterior del alojamiento para eliminar la plaga. No obstante, «si un vecino opta por probar con un tratamiento pero no el de la casa de al lado no vamos a llegar a nada», declara María del Mar, cuya propiedad se libra, por el momento, de los indeseados bichos pero no su huerto. «Cuando excavo en la tierra o levanto algún palo aparecen cientos», expone.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento, consciente de la propagación, ha contratado a una empresa para que revise y compruebe el estado de los inmuebles. A la vista del informe técnico y del presupuesto económico que resulte el Consistorio realizará una intervención en forma de ordenanza o similar y pretende colaborar económicamente en la medida de sus posibilidades. El técnico que lleva a cabo el estudio confirma que los insectos proceden del entorno del arroyo ya que hay bastante madera y humedad para su desarrollo.