«Todo acto tiene sus consecuencias», sentencia un vecino de Briviesca que prefiere mantener el anonimato. Desde este verano ha sido uno de los muchos testigos de las andanzas de un grupo de jóvenes que han motivado numerosas llamadas a la Policía Local y la intervención de la Guardia Civil en la operación Hoguera-Fraternitas, que ha terminado con 4 investigados, 47 identificados, 40 denuncias, 384 gramos de marihuana y 832 euros incautados en una nave del polígono industrial La Vega.
La Benemérita ha identificado a A.O.A., de 19 años, como presunto causante de un delito de desórdenes públicos, mientras que a I.P.R., de 27, A.B.P., 25, y S.H.G., 24, se les atribuye otro de favorecimiento de tráfico de drogas, al tratarse de los supuestos arrendatarios del pabellón. Además, ha identificado a 47 personas y formulado 40 denuncias por el incumplimiento de las medidas sanitarias para luchar contra la covid-19. Pese a que los hechos se remontan a octubre y se enmarcan en una amplia investigación llevada a cabo por la Comandancia de Burgos, los primeros episodios de desórdenes públicos fueron detectados en la capital burebana meses atrás.
Tras el cierre de los establecimientos hosteleros, varios vecinos manifestaron su malestar e interpusieron quejas por los gritos y escándalo que montaban varios grupos de jóvenes durante las madrugadas tras el cierre de los bares. A tales acciones hay que añadir el consumo de alcohol en la vía pública. «Los muchachos que frecuentaban el local durante las madrugadas de verano no se cortaban tampoco en hacer trompos con los coches», añade un briviescano.
Las investigaciones llevaron a los agentes hasta una nave del polígono industrial.Continuaron con actos más violentos, que acabaron en daños en mobiliario urbano, rotura de papeleras y señales, interrupción del tráfico, volcado de contenedores quemando uno de ellos e incluso el enfrentamiento a los agentes. Según fuentes de la Policía Local de la ciudad, «recibimos unas cuantas llamadas procedentes de residentes» que desde sus hogares presenciaron las escenas que fueron colgadas en las redes sociales.
A tales acciones de vandalismo callejero se unía el incumplimiento reiterado de las medidas vigentes impuestas con motivo de la pandemia, por violación del horario, de la distancia social y el uso de la mascarilla. La Guardia Civil abrió entonces una investigación que ha permitido identificar a 11 jóvenes vinculados con los hechos y la imputación de un delito de desórdenes públicos a uno de ellos. «Más que el ruido que generaban era el descaro con el que se saltaban las normas», explica una mujer.
Simultáneamente, los agentes desarrollaron en Briviesca un dispositivo que permitió localizar en el exterior de una nave de La Vega a varias personas carentes de mascarilla. En el interior del pabellón, acondicionado como espacio de reunión de jóvenes, comprobaron que se trataba de un punto de venta al menudeo y consumo de sustancias estupefacientes y alcohol. Según la Guardia Civil fue en una de las estancias donde se localizó una caja metálica y en su interior marihuana, dos básculas de precisión, dos cajas fuertes de seguridad, bolsas y envoltorios y dinero fraccionado que demostraban la venta y el consumo de sustancias prohibidas. Propietarios de naves aledañas a la registrada por la Benemérita afirman que «eran conocedores» de que varios jóvenes frecuentaban el espacio por las noches pero ratifican que «en ningún momento» les vieron o fueron testigos « de escenas violentas» ni se toparon «por las mañanas con restos de basura», concluyen.