La realidad aumentada, una ayuda más en el aula

ICAL
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El Grupo DINper de la UBU desarrolla un proyecto que permite utilizar la realidad aumentada en el ámbito escolar para ayudar a los alumnos con necesidades especiales

Grupo de Investigación Diseño Inclusivo Personalizado (DINper) de la Universidad de Burgos.

El Grupo de Investigación Diseño Inclusivo Personalizado (DINper) de la Universidad de Burgos ha desarrollado un proyecto que permite utilizar la realidad aumentada en el ámbito escolar con el fin de ayudar en el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado de necesidades especiales. Se trata de un proyecto a nivel autonómico en el que el equipo de DINper lleva trabajando desde 2018 y que finalizará el próximo año. 

Según explica la investigadora principal de este equipo, Beatriz Núñez, el proyecto tiene como finalidad proporcionar herramientas de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de realidad aumentada para uso académico con alumnado que presenta dificultades en el proceso de aprendizaje y que, en ocasiones, están relacionadas con prerrequisitos de aprendizaje. 

"Estos aspectos están vinculados a la percepción, atención, memoria, orientación, etc, y repercuten en la comprensión del lenguaje, en la resolución de problemas, la ejecución de tareas, entre otros. La tridimensionalidad permite acercar, sobre todo a los que tienen mayor dificultad temporal o permanente, los conocimientos a sus características y puede potenciar su nivel competencial, así como proporciona al docente una herramienta altamente personalizable", explican desde la UBU. 

Asimismo, según cuenta Núñez, desde DINper tenían pensado probar este proyecto en las aulas poco antes de las vacaciones de Semana Santa, sin embargo la crisis de la COVID-19 ha obligado a retrasar estos planes, y todavía no tienen una fecha concreta. Esta actividad se iba a realizar en los colegios Francisco de Vitoria; Fernando de Rojas y Fray Pedro Ponce de León, todo ellos ubicados en la capital burgalesa. Además este proyecto estaría dirigido a los alumnos de quinto y sexto de primaria; aunque según adelanta Núñez tienen planeado ampliarlo a primero de la ESO el próximo curso escolar. 

"Nos dirigimos a los centros y la acogida fue estupenda. Pedimos a los profesores que nos hicieran un elenco de aquellos temas que a ellos les pudiera interesar a priori, para que nosotros hiciéramos esta adaptación o los propusiéramos las actividades en realidad aumentada", explica la investigadora. Finalmente los temas seleccionados estaban relacionados con las ciencias naturales y sociales.

La idea es que los alumnos cuentan con unas tablets durante una semana o quince días para que puedan testar el proyecto, tiempo durante el cual el equipo de DINper estará a disposición de los centros para cualquier duda que precisen. Núñez explica además que dispone de distintos niveles de comprensión y de dificultad, para que el profesor pueda cambiarlo dependiendo del nivel de los alumnos.

La tecnología al servicio de la educación. La realidad aumentada es un recurso tecnológico que permite añadir elementos virtuales (en forma de imágenes, vídeos, multimedia, etcétera) al mundo real y existente, combinando elementos tangibles con los virtuales. Asimismo, puede ser interactiva en tiempo real y está registrada en 3D. 

En este sentido, Núñez destaca la importancia que tiene actualmente la tecnología en el mundo educativo, y afirma que ambas "van de la mano siempre". "Hoy en día no se contempla dar una clase sin un proyecto, sin tener un ordenador, una Tablet o un Smartphone. Pero además cuando las situaciones de las personas son con unas características muy peculiares, encontrar un recurso que se ajuste es lo mejor que te puede pasar", subraya la investigadora.

Sin embargo, también explica que no se debe dejar todo a la técnica, puesto que tienen que haber gente que piense y coordine, con el fin de evitar que todo sea automático. En este punto hace referencia al hecho de que los niños cada vez escriben menos a mano y utilizan más los medios tecnológicos. "Cognitivamente eso es brutal, no es bueno, porque quien mueve el brazo, el dedo, está desarrollando y madurando su sistema neurológico. No es lo mismo los movimientos que haces para escribir, que el que hacer para dar una tecla en una tablet", indica.