Fue, como no podía ser de otra manera, una jornada de tintes berlanguianos. No todos los días un cineasta de la talla de Luis García Berlanga, de quien se cumple el centenario de su nacimiento, acude a un pueblo del norte a recibir un galardón. Pero sucedió. Y fue memorable. Sucedió en el año 2002. Con motivo del 50 aniversario del rodaje de ‘Bienvenido, Mister Marshall’, una de las obras cumbres del director valenciano, el Festival de Cine y Literatura de Burgos decidió otorgarle el Premio Cid de Honor. Y hacerlo en un marco rural, en un claro guiño a la película.
La localidad elegida fue Villarcayo, y una de las primeras cosas que llamaron la atención del cineasta fue que la Casa Consistorial de la capital de la Merindad de Castilla-La Vieja se daba algo más que un aire al de la ficticia localidad de Villar del Río que sale la película (se rodó en Guadalix de la Sierra, en Madrid). José Manuel Payno, director del festival, recuerda que García Berlanga, a quien hubo que ir a buscar en coche a Madrid el mismo día del homenaje, se mostró "entusiasmado y feliz" y que celebró como un niño con zapatos nuevos su entrada a la villa, donde fue recibido con una gran pancarta que rezaba ‘Bienvenido, Mister Berlanga’. Dada la merecida fama que la banda de música de Villarcayo, y como parecía de lo más idóneo, se interpretó, para solaz de los cientos de visitantes y curiosos -cinéfilos o no- que se dieron cita aquel día en la localidad, la canción de ‘Americanos’ que tan popular hizo la película protagonizada por Pepe Isbert, Manolo Morán, Lolita Sevilla y compañía.
En su agradecida intervención, el también director de peliculones como ‘El verdugo’ o ‘Plácido’ manifestó que el mundo no había cambiado demasiado respecto del que él había tratado de retratar en la película: "La sociedad ha cambiado en cosas puntuales, pero en general, estamos exactamente igual. La situación no se ha modificado, bien sean los americanos o por la globalización. Se sigue pasando de largo", señaló. E hizo una advertencia en referencia al siglo recién inaugurado: "El siglo XXI va a ser el siglo de la soledad. Anteriormente era una enfermedad, pero cuando podamos dejar de pensar en las utopías y el hombre se dé cuenta de que como individuo puede movilizar el universo sin tener que sumarse a lo colectivo, entonces podrá luchar por sí solo".
Añadió el director que no descartaba realizar una suerte de revisión actualizada de ‘Bienvenido Mister Marshall’: "Incluso más brillante y rica en locura. Como el escenario no ha cambiado, existen todos los ingredientes para crear una obra en lamisma línea", apostilló Berlanga. Tras la entrega del Cid de Honor se celebró un banquete en La Rubia para rematar la jornada asistiendo a un pase de la película en Teatro de LasMerindades, que se llenó. A modo de entrada, cada espectador entregó un dólar que la organización había repartido previamente en otro guiño cómplice con el evento.
Berlanga estuvo arropado por dos de las actrices de la mítica película, Lola Sevilla y Elvira Quintanillá, y se lo pasó bomba, según cuenta Payno. ‘Bienvenido Mister Marshall ganó dos premios en Cannes: a la mejor comedia y una mención especial al guion, que firmaron el propio Berlanga, Miguel Mihura y Juan Antonio Bardem. "Fue un acto inolvidable, uno de los más bonitos de cuantos se celebraron en la historia del festival", concluye con orgullo Payno.