Iberdrola invertirá 32 millones de euros en la planta Revilla-Vallejera, en Burgos, su primer proyecto fotovoltaico en Castilla y León que evitará 12.300 toneladas de CO2 al año a través de los más de 145.300 paneles fotovoltaicos de 345 Wp cada uno que integran el proyecto que, según ha informado la compañía, contará con un "importante componente local" tanto de proveedores industriales como por la involucración en periodos puntales de trabajo de hasta 250 trabajadores hasta su puesta en operación prevista en 2022.
La previsión es que la planta burgalesa Revilla-Vallejera, con una potencia de 50 MW, produzca "energía limpia suficiente" para abastecer a una población equivalente a 26.000 hogares/año. Además de la adquisición y colocación de los paneles previstos, se ejecutará una línea eléctrica subterránea para transportar la energía generada en la planta y se ampliará la subestación eléctrica transformadora de evacuación.
Según ha informado Iberdrola, con este proyecto la compañía refuerza su compromiso con Castilla y León, "que se consolida como un centro relevante de desarrollos renovables en el ciclo inversor de la compañía a 2025".
Iberdrola ha recordado a este respecto que su apuesta fotovoltaica en Castlla y León se completa con la tramitación de más de 1.000 MW, distribuidos en Burgos -Ballestas-, en Salamanca -Villarino-, Segovia -Otero - y Palencia -Velilla-. En el caso concreto de la provincia de Burgos, la compañía ha construido recientemente o desarrolla más de 550 MW en proyectos como el complejo eólico Herrera II, "con los aerogeneradores más potentes instalados hasta ahora en España"(63 MW); Ballestas y Casetona (69 MW), Fuenteblanca (10 MW), Buniel (114 MW), Valdemoro (50 MW), Iglesias (94 MW) y Alcocero de Mola (102 MW), y dos plantas fotovoltaicas híbridas en tramitación en Ballestas y Casetona (69 MW). A esto ha añadido que el plan de inversión de Iberdrola en Castilla y León prevé la instalación de 1.800 MW verdes en los próximos años, en un avance en su estrategia de sostenibilidad, basada en la electrificación de la economía y orientada a la lucha contra el cambio climático y la creación de riqueza y empleo. En las dos últimas décadas, la compañía ha invertido 120.000 millones de euros en energías renovables, redes eléctricas inteligentes y almacenamiento energético, y su plan inversor a 2030 de 150.000 millones de euros le permitirá triplicar su capacidad renovable hasta casi los 100.000 MW.