Las empresas de reparto impulsan la renovación de furgonetas

F.L.D.
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El repunte del comercio online genera una mayor inversión en el sector de la mensajería. Actualmente se matriculan el doble que hace 5 años

Las empresas de reparto impulsan la renovación de furgonetas - Foto: Patricia

Todo aquello que se pueda hacer desde casa no se está viendo afectado por la crisis de la covid-19. El comercio online es uno de esos sectores que, lejos de resentirse por el confinamiento y las restricciones, ha percibido un repunte. No en vano, comprar por internet es tan fácil como apretar un botón desde el teléfono móvil y esperar sentado a que un repartidor entregue el producto. No es de extrañar, por tanto, que cada vez haya en la calle más empresas de mensajería. Eso se traduce en un mayor tráfico de furgonetas, un tipo de vehículo que en parte está viviendo su época dorada. Es, además, uno de los menos envejecidos del parque provincial y el que mejor se está renovando. 

Quitando los años previos al ‘crack’ de 2008, cuando se vendían más de 2.000 furgonetas al año en la provincia, la comercialización de este tipo de vehículos está al alza desde hace un lustro. Es más, actualmente se compran el doble, e incluso en un 2020 convulso se matricularon más que en 2014. En la Jefatura de Tráfico de Burgos tienen claro que el sector del reparto a domicilio tiene mucha culpa de este crecimiento. 

«Es la gran excepción del mercado», el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, quien explica que las furgonetas son a las que menos está afectando el envejecimiento del parque. «Cualquiera que entre en el negocio, y cada vez hay una mayor demanda, lo normal es que adquiera al menos un vehículo. Las grandes empresas también están renovando la flota», reitera. 

En este sentido, Galán recuerda que el sector también favorece la adquisición a través de planes de renting (alquiler durante unos años) o leasing (préstamo con opción de compra). «Tienen unos años los vehículos y, como les hacen muchos kilómetros, les cambian cada poco tiempo. Eso ayuda a no hacer más grave el problema», indica. 

Pero no todos los sectores cuya herramienta fundamental de trabajo es el vehículo profesional, aclara el jefe provincial de tráfico, están apostando por comprar uno nuevo; «Hay muchos autónomos a los que la crisis les está afectando más y no tiene poder adquisitivo como para renovar la furgoneta. A lo mejor incluso apuestan por el mercado de segunda mano».  

Es curioso porque dentro del mercado de automóviles que van a estar destinados al reparto se está notando un interés por los de propulsión eléctrica u otro tipo de las ecológicas, reconoce el presidente de la Asociación de Concesionarios (Aconauto), Carlos Arce. «Esta opción, a pesar de que tiene menos kilómetros de autonomía, está favoreciendo que se pueda acceder a zonas limitadas, como los centros urbanos de las ciudades», recalca. 

A este respecto, Arce comenta que una vez que las furgonetas cumplen los diez años la Inspección Técnica de Vehículos es obligatoria cada seis meses, lo que «favorece que el cambio sea más rápido». A las empresas, añade, «les sale mucho más a cuenta» porque se acogen a planes de renting porque se desgrava todo el gasto que le genera.