La farmacéutica Pfizer ratificó ayer que cumplirá con su compromiso y que esta semana pondrá a disposición de la Gerencia de Atención Primaria de Burgos 11.700 dosis de la vacuna contra la enfermedad del coronavirus, desarrollada en colaboración con la compañía alemana BioNTech. Es el doble de lo suministrado por este laboratorio en todas las semanas previas (5.200, por norma habitual), por lo que Sanidad no solo confía en poder completar la inoculación de la primera dosis a los mayores de 80 años, sino que empezará a citar ya a los de 79 años. Eso sí, el avance en el grupo de nacidos entre 1942 y 1951 se hará siguiendo un escrupuloso orden de edad -de mayor a menor- y con citación desde los respectivos centros de salud, aunque la inoculación se haga en otro sitio (en la capital, en el Coliseum).

El preparado de Pfizer exige una conservación que obliga a hacer una planificación muy minuciosa para evitar que se pierdan dosis. No ocurre lo mismo con la de AstraZeneca, que es de manejo más sencillo y posibilita la organización de convocatorias masivas como la del pasado fin de semana para las personas de 65 años (nacidos en 1956) y, en cuestión de días, para los de 64 años. La intención de Sanidad es repetir esta fórmula y citar «en muy breve plazo» a quienes nacieron en 1957 con un calendario muy similar: Burgos capital un día y, a continuación, medio rural.

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