Tres años después de llevar la batuta con la formación del auditorio Miguel Delibes, los músicos de la OSCyL vuelven a contar con Pedro Bartolomé para que les dirija. La Orquesta Sinfónica de Castilla y León sonará el jueves que viene desde su escenario habitual con un concierto didáctico dirigido a escolares, aunque por la crisis sanitaria en lugar de que los estudiantes acudan al auditorio vallisoletano será la OSCyL la que se acerque a los colegios con ayuda de internet (a través de YouTube).
El concierto familiar que dirige Pedro Bartolomé tiene un repertorio relacionado con el circo y para que suene con redoble de tambor cuentan con Ana Hernández Sanchís como maestra de ceremonias y narradora y con El Gran Rufus para que haga de sus números de malabares la atracción en el centro de la pista.
«Mi papel como director musical no varía porque es Ana Hernández Sanchís la que la que nos da las pautas con lo que cuenta y nosotros adornamos el relato con la música. Sí que es verdad que al estar dirigido a un público familiar y tratándose de un tema como el circo es probable que hagamos hincapié en aspectos que puedan llamar la atención, como el sonido de un determinado instrumento. Y supongo que habrá una mayor predisposición a interactuar con el público», relata mientras recuerda que se hará raro porque en el Delibes ellos actuarán solos y los espectadores estarán viéndoles por la pantalla.
El repertorio elegido es en sí mismo un espectáculo circense en el que no falta La entrada de los gladiadores op.68, de Julius Fucík, que tantas veces se ha utilizado para números escénicos. Igual de ágil, movida y conocida es la Danza del sable, de Aram Khachaturian, que forma parte del ballet Gayaneh. Incluyen también la Fanfarria de La Péri, de Paul Dukas, una pieza que precede al ballet y que interpreta la sección de metales. Sonará igualmente el Vals nº 2, de Shostakovich, esa pieza que Kubrick utilizó en la película Eyes Wide Shut. Y si hablamos de un espectáculo con trapecistas, equilibristas, acróbatas, malabaristas y payasos no podía faltar Cirkus Polka, de Stravinsky, ni el tema de Jacques Offenbach que sonaba en los cabarés franceses del siglo XIX: Cancán.
con la josbu en el año santo. La semana que viene Pedro Bartolomé se reunirá con la OSCyL para perfilar este repertorio en los ensayos. Y también tiene en su agenda de esa semana preparar la misa que interpretará la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos (JOSBu) el 7 de noviembre en la Catedral para inaugurar el Año Santo otorgado por el Papa al templo gótico.
En lugar de toda la orquesta, para esa celebración lo han reducido a 15 músicos y 20 coralistas (de la Coral Vadillos), dado que la pandemia exige actuaciones más reducidas. En la misa interpretarán a órgano y coro el Himno del Año Santo que ha compuesto Pedro María de la Iglesia y que en versión orquesta se estrenará más adelante. El resto de la actuación se ceñirá a las partes de la misa que lo requieran para «hacer una ceremonia más redonda».