La situación epidemiológica en Burgos capital ha empeorado durante el puente del Pilar, al punto de que con los últimos datos oficiales disponibles (12 de octubre) se puede comprobar que la incidencia acumulada de nuevas infecciones por coronavirus está hoy mucho más cerca que la semana pasada del umbral que determina el confinamiento de una población (500 positivos por cada 100.000 habitantes en 14 días). Este indicador era ayer de 406 en la ciudad de Burgos, pero no es el único que está evidenciando que las cosas van a peor. También lo hace la incidencia acumulada en los últimos siete días (es de 237 nuevos casos por 100.000 habitantes y tendría que ser inferior a 203), lo cual refleja que a corto plazo la tendencia de contagios también es creciente y la evolución, negativa.

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, compareció ayer en Valladolid para informar sobre la pandemia y afirmó lo que los datos indican desde hace días: que en Burgos, tanto provincia como capital, hay aumento de positivos por SARS-CoV-2. Algo que también sucede en Aranda (420 nuevos contagios por 100.000 habitantes en 14 días), mientras que en Miranda se aprecia una cierta ralentización. Remachó sus palabras con unos datos de incidencia inferiores a los señalados en esta información, pero Casado no detalló a qué día se referían y es posible que haya cierto desfase, porque las consejerías de Sanidad hacen un informe diario para el ministerio con cifras cerradas cinco días antes. Se considera que, de esta manera, hay margen para analizar la evolución de una población antes de tomar medidas restrictivas.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)