Caen los casos de violencia machista que llegan al juzgado

F.L.D.
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El TSJCyL reconoce un descenso aunque no lo cuantifica y tampoco da una explicación. Aun así, deja claro que el maltrato sigue presente

Manifestación por las calles de Burgos. - Foto: Jesús J. Matías

El confinamiento despertó desde el inicio los peores augurios para todas aquellas mujeres víctimas de violencia de género que se veían obligadas a convivir con su maltratador. Una situación que, según han insistido diferentes asociaciones, ha sido especialmente visible en el incremento de llamadas recibidas en las últimas semanas. Sin embargo, es muy posible que muchos de estos episodios violentos permanezcan ocultos porque el miedo crece y estar las 24 horas del día encerrada no ayuda a salir de esta situación. Esta podría ser una de las explicaciones del descenso de casos que llegan a los juzgados desde que se decretara el estado de alarma. Una bajada que reconoce el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, aunque no puede refrendarla con números y, por tanto, tampoco se atreve a explicar. 

En las circunstancias de servicios mínimos que están viviendo los juzgados, las estadísticas son muy complicadas de conseguir. No obstante, el órgano especializado en violencia sobre la mujer sí ha percibido que entran menos asuntos de maltrato. Las razones, advierten desde el TSJCyL, no las saben explicar y, recalcan, «no es cuestión de elucubrar». De hecho, ponen el acento a la hora de recordar que «el delito no va a desaparecer de pronto» y señalan que cualquier análisis en este sentido tendrá que hacerse una vez termine la pandemia. 

Fuentes de la Policía Nacional y de la Local apuntan que la criminalidad ha caído muchísimo durante los últimos 50 días, pero matizan que los delitos que más se producen son los de maltrato. Bien es cierto que las intervenciones de este tipo han descendido con respecto a los meses anteriores y también son menos en la provincia de Burgos que en territorios vecinos. 

Diversas asociaciones e incluso el Colegio de Farmacéuticos han creado algunas herramientas para establecer con las víctimas de maltrato un contacto y que, de esta forma, se sientan acompañadas. En ocasiones, no solo charlan con mujeres que están viviendo con su maltratador y que, por tanto, pueden llegar a sufrir una mayor ansiedad, sino que también lo hacen con algunas que están en otros domicilios. Estas comunicaciones se hacen por las redes sociales y utilizando mensajes en clave y teléfonos camuflados.