«El juego es una pandemia y mata»

C.M.
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El psicólogo de la Asociación para la Rehabilitación del Juego Patológico, David Burgos, que atiende a más de un centenar de personas, alerta de la necesidad de incidir en la prevención

«El juego es una pandemia y mata» - Foto: Valdivielso

Si alguien conoce bien los efectos que el juego patológico tiene en las personas es David Burgos, psicólogo de la Asociación para la Rehabilitación del Juego Patológico (ABAJ). La organización trata a más de un centenar de jugadores y es la promotora de impulsar iniciativas que contribuyan a la prevención de esta enfermedad, entre ellas la modificación del PGOU para dificultar la concesión de nuevas licencias de apertura de este tipo de establecimientos o la retirada de su publicidad en los autobuses urbanos. 

Burgos asegura que «no quieren buscar culpables» pero sí sacar las salas de juego fuera de la ciudad. Lógicamente, nada se puede hacer con las que ya tienen licencia pero sí contribuir a que no haya más. «Es cierto que a una persona que quiere jugar no le importan las distancias y se va a Torrelodones o a Portugal a jugar. Hay que cambiar la normativa local pero también en la necesidad de sensibilizar a la población».

Después de 27 años trabajando en la rehabilitación de ludópatas, este psicólogo afirma rotundamente que «el juego es una enfermedad grave, es una pandemia y mata». Sabe lo que es «el dolor y el sufrimiento» de mucha gente pero también la alegría de «rehabilitarse y salir adelante después de mucho trabajo».

Esta asociación burgalesa tiene un nivel de rehabilitación «muy alto y con pocas recaídas», que ronda el 90%. «Esto es a base de una media de entre 250 y 275 horas al año de trabajo bien en cursos o terapias», señaló. 

De hecho, a la capital están acudiendo personas de fuera de la provincia como de Soria, Palencia o Álava e, incluso, de Asturias a tratarse de su enfermedad a pesar de que en ellas hay asociaciones. «La ludopatía está haciendo daño a mucha gente pero también  llenando los bolsillos de mucha gente y de las administraciones públicas a costa de un dolor muy grande. Yo conozco sus nombres y apellidos y me duele que no se tomen medidas aunque ahora sí se están haciendo cosas», añadió. 

Al trabajo en la sede de la asociación con los ludópatas, David Burgos da charlas en los institutos para concienciar sobre el juego, no solo de azar o de apuestas sino también de videojuegos. «Pueden ser tan adictivos como en los que entra en juego la apuesta, la ganancia y la pérdida».

El actual estado de confinamiento está incrementando el juego online. «El juego está haciendo mucho daño a mucha gente, muchas de ellas muy jóvenes. No hay una cura milagrosa».

De ahí que la asociación haya pedido al Ayuntamiento que controle el acceso de menores de 18 años a las salas de juego. «Ya bastante juegan a través de internet, utilizando mentiras, las tarjetas de crédito de sus padres o robando en casa joyas para transformarlas en dinero. No es que sean delincuentes sino que roban para mantener una adicción como en su día se hacía con la heroína», añadió.

Cada vez más jóvenes. El psicólogo de ABAJ recuerda que los jugadores son cada vez más jóvenes. «Están llegando con 20 o 21 años pero llevan ya tres o cuatro jugando. Además, los juegos de internet enganchan más rápido. Antes tardaban tres o cuatro años y ahora, medio año».

Y es que, según apunta, se consideran «grandes magos del conocimiento» del mundo del deporte, de los pronósticos de los partidos... «Buscan un dinero fácil, rápido pero se enganchan y no solo pierde el dinero sino sus estudios e, incluso, alguno ha estado a punto de tirarse por el viaducto».

Otro capítulo aparte merecen las familias que sufren al verse impotentes por no poder ayudar al jugador. «Muchas no saben qué hacer y se encuentran perdidas». 

A todas ellas les invita a ponerse en contacto con la asociación a través del teléfono 627 40 97 07.