De los niños a la tradición

Ó.C.
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Los actos se iniciaron con el Bombazo infantil y terminaron por la tarde con la tradicional Salve Popular en la iglesia de Santa María

El Bombazo chiqui cada vez tiene más arraigo. - Foto: Truchuelo

Ellos son los que más madrugan y por lo tanto son los primeros protagonistas de las fiestas de San Juan del Monte. Los sanjuaneros chiquis fueron los que alzaron antes la voz,   en el Bombazo infantil, donde fueron sobre todo ellos los que disfrutaron. Así se dio el pistoletazo de salida en la jornada con la que empiezan los tres días grandes de las fiestas de San Juan del Monte, en el que la tradición también se sitió tras el Bombazo de los adultos. Fue con la Salve Popular en el interior de la iglesia Santa María.

Pero antes de que llegara ese momento y de que la figura del Santo descansara en el templo, el turno fue para el Bombazo infantil que hizo que el colorido de las cuadrillas se sintiera desde por la mañana, con muchas charangas sonando ya por las calles de la ciudad. Y es que ya no sorprende que Miranda se ponga la blusa para esta joven apuesta, que no hace tantos años que se incluye dentro del programa festivo.

Pero antes de que los sanjuaneros infantiles tomaran la palabra, el turno fue para que la pregonera infantil, Laura Imaz,  leyera su discurso. En él explicó lo que es para ella San Juan del Monte y terminó con un «Viva Miranda, viva San Juan del Monte y aúpa Mirandés», que la plaza respondió sin dudarlo. Además, la protagonista reconoció que no estuvo muy nerviosa, aunque no escondió que «me lo había preparado mucho».

Tras ella llegó el turno para Álvaro Valerio y para Luna García, que en este año del centenario de la Cofradía eran los encargados de presidir el Bombazo infantil. En su caso, los nervios sí que fueron mayores, aunque no dejaron de dar al bombo ante una plaza que estaba llena. «Ha sido mejor de lo que pensaba», reconocía Álvaro, que todavía mantenía unos nervios que le habían hecho dormir algo peor a lo habitual la noche anterior.

A su lado, su compañera tampoco escondía la emoción que sintió sobre la balconada del ayuntamiento. «Lo hemos disfrutado», afirmaba Luna, que esperaba que el brazo no le doliera para el resto de días tras golpear con ganas el bombo, aunque estaba preparada para vivir todos los actos en los que tendrá que estar, por ser la portadora de la banda de sanjuanera infantil. Los dos se iban después a comer con sus cuadrillas, aunque hoy lo tendrán que hacer con la Cofradía.

 

SOLEMNIDAD

Ya por la tarde y tras la locura del Bombazo en la plaza de España, se vivió uno de los primeros momentos emotivos y puramente tradicionales de las fiestas sanjuaneras. Se trata de la Salve Popular, que se inicia cuando el bombo baja de la balconada para poner rumbo a la vecina iglesia Santa María. Los pocos metros que separan ambos puntos, los recorre la imagen del Santo protegido por los bombistas mayores de cada una de las cuadrillas. 

En el interior del templo, la figura de San Juan del Monte ya reposa y lo hará hasta que mañana suba a la gruta donde descansa habitualmente. Pero antes de eso, ayer las cuadrillas que cumplen en este año el 25 o el 50 aniversario colocaron sus pañuelos, como también lo hizo el presidente de la Cofradía, Álvaro de Gracia. De esta manera, La Juerga,Sebas no Bebas y La Tajada ya pudieron disfrutar de su 50 y 25 aniversario en este San Juan del Monte del centenario.

En la iglesia se cantó la tradicional salve y también se puso el pañuelo de la Cofradía a la patrona de la ciudad, la Virgen de Altamira, por parte de uno de los miembros del grupo de Los del Santo y en este 2019, el encargado fue José María Villegas. Así se vivió la primera jornada de una edición, en la que el tiempo dio un respiro a los sanjuaneros, tras una semana previa en la que ha sido una de las grandes incógnitas por resolver.