Rolls-Royce Motor Cars ha anunciado que las pruebas en carretera de su primer vehículo totalmente eléctrico, llamado Spectre, son inminentes, pero que no llegará al mercado hasta 2023.

Las pruebas globales cubrirán alrededor de 2,5 millones de kilómetros, una simulación de más de 400 años de uso para un Rolls-Royce de media.

Este modelo, que es el comienzo de la gama electrificada de la marca británica, utilizará la plataforma de aluminio desarrollada por Rolls-Royce. Sin embargo, la empresa no ha detallado más especificaciones con las que irá equipado el vehículo.

Torsten Müller-Ötvös, director ejecutivo de la compañía, explicó que han experimentado con un novedoso sistema de propulsión. En 2011, presentaron el 102EX, un Phantom totalmente eléctrico y operativo y en 2016, el 103EX totalmente eléctrico. «Nos embarcamos en este nuevo y audaz futuro con una gran ventaja que no podemos desaprovechar. La propulsión eléctrica se adapta única y perfectamente a los automóviles Rolls-Royce Motor Cars. Es muy silencioso, refinado y crea todo su torque casi instantáneamente, pasando a generar una potencia tremenda. Esto es lo que en Rolls-Royce llamamos waftability», añadió.

La compañía espera que para el año 2030, todos los vehículos Rolls-Royce sean completamente eléctricos.