Dan 40 puntos al dueño del Trastos tras una pelea con vasos

I.E.-F.L.D.
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Le agredieron 4 personas a quienes el portero no dejó entrar porque eran las 6 de la mañana

Dan 40 puntos al dueño del Trastos tras una pelea con vasos

Segunda pelea con vasos y botellas en Las Llanas en poco menos de dos semanas. La peor parte en la reyerta que tuvo lugar en la madrugada del domingo se la llevó el gerente del pub Trastos, a quien le tuvieron que dar 40 puntos en el rostro por los cortes que sufrió al ser agredido con un vaso. Es el propio José Manuel Lorenzo quien relata lo sucedido y quien reconoce, al mismo tiempo, que sus atacantes «también se llevaron lo suyo». «Nos tuvimos que defender porque fueron a por nosotros y a por nuestro bar», explica.

Los hechos ocurrieron a las 6 de la mañana del domingo. Un grupo de cuatro personas quiso acceder en el establecimiento pero, dadas las horas, el portero les impidió el paso. No se tomaron muy a bien la negativa, porque a los pocos segundos uno de ellos agarró una botella en la plaza Huerto del Rey y la arrojó contra la puerta del local, donde se hallaba el responsable de seguridad. Al percatarse de la situación, José Manuel salió para defender a su compañero, pero uno de los integrantes de la pandilla cogió un vaso, lo partió y se lo clavó en el rostro, a la altura de la frente y en un pómulo.

Tras la trifulca, los contendientes tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos de Sacyl. La cosa no acabó ahí, pues la Policía Nacional se presentó en las Llanas y practicó cinco detenciones, las del gerente del Trastos, su portero y tres de los cuatro individuos que iniciaron la reyerta. Fueron conducidos a los calabozos de la Comisaría y el juez los ha dejado en libertad. «No es justo que nosotros tengamos que pagar por una agresión a nuestro local, pues solo nos defendíamos», se queja José Manuel. Además, denuncia la actitud «chulesca» de quienes les agredieron, pues en los «calabozos se pusieron a pedir comida como si los agentes fuesen camareros y a la salida del juzgado se rieron» de su familia y la del vigilante de seguridad.