El Gobierno de España tiene la firme intención de completar las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, tras la merma sufrida en Castilla y León y en la provincia de Burgos entre 2011 y 2018. La delegada del Ejecutivo central en la región, Mercedes Martín, ha dado la bienvenida a los 228 nuevos agentes que continúan su ciclo formativo y que realizarán prácticas en las diferentes comisarías y comandancias de la Comunidad. 

En el caso de la provincia de Burgos, serán 30 efectivos, 20 de Policía Nacional y otros 15 de Guardia Civil. Del primero de los cuerpos, 10 irán destinados a la Comisaría de Burgos, 5 a la de Aranda y otros 5 a Miranda de Ebro. De ellos, 12 serán mujeres y 8 hombres. Por su parte, en la Comandancia de la Benemérita entrarán 15 agentes en prácticas, 3 mujeres y 12 hombres. 

Tanto la delegada del Gobierno en Castilla y León como el representante provincial, Pedro De la Fuente, han recordado que en la provincia de Burgos el número de agentes entre 2011 y 2018 se vio reducido un 13%, pasando de 447 efectivos de Policía Nacional a 389 y de 898 a 774 en la Guardia Civil. 

A pesar de ello, los índices de criminalidad y delincuencia se han mantenido en niveles bajos, mientras que el número de delitos esclarecidos han aumentado, manteniéndose la provincia por debajo de las 30 infracciones penales por cada 1.000 habitantes y por encima del 40 por ciento de resolución.