Denuncian a los híper por saltarse las restricciones

G. ARCE
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Los jugueteros a pie de calle presentan facturas y fotografías ante la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento advirtiendo de esta actividad mientras las galerías comerciales aledañas han permanecido cerradas

La jugueterías tienen el aforo limitado y aplican todas las medidas sanitarias contra la pandemia. - Foto: Luis López Araico

Los jugueteros tradicionales han denunciado ante la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos, con facturas de compra y fotografías como prueba, la venta de juguetes y regalos desarrollada por las grandes superficies durante las últimas semanas, saltándose con ello las restricciones sanitarias impuestas en Burgos desde principios de noviembre.

La denuncia ha sido formulada por Carlos Villanueva, gerente de cuatro tiendas de Juguettos en Burgos (además de las de Aranda de Duero, Miranda de Ebro, León y Asturias), quien acusa a los hipermercados de haber hecho "oídos sordos" a las restricciones que decretó la Junta de Castilla y León el pasado 6 de noviembre.

Critica, en este sentido, la "desvergüenza" que bajo un mismo techo y amparándose en la venta de alimentos y bienes esenciales se ha seguido vendiendo juguetes y regalos, mientras en las galerías comerciales aledañas las jugueterías y los comercios especializados de videojuegos (la cadena Game) han permanecido cerrados por decreto.

Villanueva asegura que tiene pruebas de que no se han limitado las zonas de ventas no esenciales en los patios de las grandes superficies y, sobre todo, que "en ningún momento" se han descartado las compras en caja de productos cuya comercialización es imposible en la misma galería comercial, a escasos metros del hipermercado. A su juicio, esto supone un trato discriminatorio entre el pequeño y el gran comercio, máxime en plena campaña de compras de la Navidad.

Juguettos, que cuenta con una plantilla de 118 trabajadores (cerca de 70 de ellos en Burgos), dispone de un comercio en la galería comercial de Alcampo, cerrado desde el pasado 6 de noviembre. Su personal ha tenido que ser reubicado en las otras tiendas de la marca para evitar acogerse a un ERTE.

La clausura de las galerías comerciales en pleno arranque de la campaña de Navidad ha tenido un efecto en las jugueterías a pie de calle. En este sentido, Carlos Ruiz, gerente de Chapero y de Toy Planet en Burgos, reconoce que han visto incrementar la venta de las plataformas de videojuegos y de los juegos digitales ante el cierre de comercios de referencia en este sector.

CAMPAÑA "SORPRENDENTE". La distorsión causada por las medidas anticovid ha sido un factor más para la campaña "sorprendente" de Navidad que viven las jugueterías tradicionales tras un año tremendamente complejo para este sector.

Rompiendo el temor inicial que tenían los comerciantes, las compras de Papá Noel y Reyes Magos se están anticipando y están creciendo a "muy buen ritmo" tanto en el ámbito digital (que también explota el pequeño comercio) como en el mostrador, facilitadas en este último caso por los descuentos que ha generado la campaña de bonos de consumo del Ayuntamiento.

Desde noviembre la actividad de estos establecimientos (a excepción de los que están cerrados en galerías comerciales) no ha dejado de crecer y hay un optimismo unánime sobre la evolución de la campaña de fin de año, aunque no será suficiente para compensar los meses de cierre obligado.

La iniciativa municipal de bonos para incentivar el consumo en el comercio de proximidad (ya agotada), reflexiona Carlos Ruiz, gerente de Chapero y Toy Planet, ha llegado en un momento dulce para las compras de juguetes. "Al final, supone un hasta 40% de descuento en la compra y la gente ha destinado estos vales para sus gastos en jugueterías".

En este argumento coincide Carlos Villanueva, de Juguettos, quien atribuye a los bonos el hecho de que Burgos obtenga mejores facturaciones que otras plazas en las que trabajan. "Estamos recepcionando muchísimos vales" de una campaña que ha puesto a disposición de los consumidores burgaleses 1,6 millones de euros, el 40%, 675.000 euros, aportados por el Ayuntamiento y el millón restante por los compradores de los bonos.

Es más, señala Villanueva, hay alta actividad en las tiendas y la compra online -que se mantuvo los meses más duros de la pandemia- sigue doblando las cifras del año anterior. "Lo digital no está restando la venta en tienda, lo que no ocurría otros años".

Esta cadena juguete estima en un 25% el crecimiento de la facturación en las tiendas de barrio desde el mes de julio, cuando se salió de la pandemia, que contrata con la caída del 25% que sufren las tiendas situadas en las galerías comerciales y que han permanecido cerradas desde noviembre.

"Creo que el comportamiento del consumidor responde a que en vez de gastar en salir lo destina a los regalos de la familia. Hay gente que lo está pasando muy mal pero la tasa de ahorro de muchas otras familias se ha incrementado al decrecer el gasto. Hay más liquidez y se está gastando en regalos", explica Villanueva.

Alicia Rocher, de Eurekakids, coincide en la ayuda de los bonos, "que ha movido mucho el consumo al final de un año regular".