Glovo incluye en su web a restaurantes sin consentimiento

G. Arce
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Tras las denuncias de los numerosos afectados en Burgos, la compañía de reparto a domicilio reconoce que es un «error puntual» que está solventando

Repartidor de Glovo en Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

Muchos se ha hecho cargo de la situación cuando el repartidor con el bolso cuadrado y amarillo apareció ante su mostrador solicitando un pedido de algún cliente. Glovo, la plataforma digital de reparto de comida a domicilio, les había incluido dentro de su oferta de establecimientos hosteleros adheridos sin su permiso y sin firmar ningún tipo de acuerdo previo. Es más, en el caso de algunos bares de tapas, la plataforma utilizó menús con precios y platos desfasados, algo que han denunciado y que les ha llevado a comunicar a su clientela que no trabajan para este tipo de empresas.

La situación se ha conocido a lo largo de la última semana y ha afectado a varios establecimientos de tapas y restaurantes de la ciudad, según detallan los denunciantes. Pese a las dificultades para ponerse en contacto con los responsables de esta empresa de repartos, después de tramitar la queja su nombre o bien ha sido eliminado de las listas de restaurantes que aparecen en la aplicación digital, o bien aparecen en blanco y negro para diferenciarse de los que sí están adheridos.

Esta plataforma, que llegó a Burgos en el verano de 2018, trabaja con restaurantes adheridos, lo que, entre otras ventajas, permite la gestión del importe de los pedidos entre Glovo (que percibe un porcentaje de la transacción) y el negocio en cuestión, sin la intermediación del repartidor. Hay otra modalidad en la que el cliente elige libremente desde la web el establecimiento en el que quiere comprar algo -que puede estar incluido o no en Glovo- y es el repartidor el que abona en barra el importe del pedido que va a gestionar.

En el caso denunciado, los restaurantes y bares de tapas aparecieron en el grupo de establecimientos adheridos, lo que exigiría un acuerdo previo que no se ha producido en ningún caso.Consultada por este periódico, Glovo ha reconocido que se trata de «un error puntual que ya se está solventando. De hecho -puntualizan- ya se ha corregido en la mayoría de los casos», señalan desde la compañía.

problemas. Uno de los afectados, La Cantina de Burgos, realizó un pedido para comprobar que las sospechas eran ciertas y se encontraron con la sorpresa de que el repartidor apareció para recoger el pedido solicitado. «Entendemos que cualquier cliente de Glovo puede pedir algo en el establecimiento como cualquier otro cliente, pero nosotros no tenemos ningún vínculo contractual y no queremos trabajar con este tipo de plataformas ni con sus condiciones», explican los responsables de La Cantina de Burgos.

Entre estas últimas están los tiempos de entrega, media hora como máximo. «Si surge algún problema o hay algún retraso, al final el nombre que resulta dañado es el del restaurante. Nuestra prioridad son nuestros clientes, no los intereses de una plataforma».