Renacer de sus raíces

I.M.L. / Aranda
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El capítulo provincial de los Dominicos comenzaba en Caleruega, donde nació su fundador • A partir de esta cita, la Orden de Predicadores aglutina en una sola provincia, Hispania, tres demarcaciones con siete siglos de historia

El momento era histórico y eso se notaba en el ambiente de ilusión que, como una corriente eléctrica, inundaba el ánimo de aquellos que llenaban la iglesia del Convento de las Madres Dominicas de Caleruega, entre los que destacaban los más de 280 frailes, acompañados de religiosas dominicas, seglares y muchos fieles animados por las enseñanzas del fundador de los canes predicadores, el calerogano Santo Domingo de Guzmán.

Pero el momento clave de la jornada se desarrollaba a las ocho de la mañana, en la más estricta intimidad del coro del convento, donde 102 afortunados asistían en persona, durante el rezo de Laudes, a la lectura en latín del nombramiento como primer provincial de la naciente Provincia de Hispania, firmado por fray Bruno Cadoré, Maestro de la Orden, que estaba presente en la cita. Acto seguido, el designado para ocupar este cargo, fray Jesús Díaz, recitaba la profesión de fe, esta vez en castellano, y firmaba el documento de aceptación del cargo de provincial, seguido del aplauso unánime de los presentes, según cuentan los que han tenido el privilegio de asistir a este momento.

Ya como provincial, fr. Jesús Díaz acompañaba a fr. Bruno Cadoré en la concelebración de la eucaristía solemne, cargada de emotividad, con lágrimas entre algunos de los asistentes por ver nacer la provincia de Hispania, un gran paso adelante para que los Dominicos atiendan las necesidades actuales de los territorios en los que trabajan por la fe y el bienestar de aquellos con los que comparten su vida.

Esta celebración eucarística daba paso a una comida de hermandad entre todos los presentes para, ya por la tarde, retirarse los padres capitulares para comenzar las sesiones de esta reunión fundamental para marcar las pautas de trabajo para los próximos cuatro años en el seno de la Orden de Predicadores.

Tras la larga jornada vespertina de trabajo, los frailes se sumaron a los vecinos de Caleruega que acudían a disfrutar de un concierto recital muy especial. Como regalo para los herederos del espíritu de Santo Domingo de Guzmán, el Ayuntamiento de Caleruega organizaba esta cita en la que la conocida periodista Paloma Gómez Borrero, acompañada por el barítono Luis Santana y el pianista Antonio López, desgranaba una serie de textos alusivos a la figura de Santo Domingo de Guzmán, con una banda sonora propicia para la reflexión y el recogimiento. La experta en información del Vaticano demostraba su amplio conocimiento de la vida y obra del santo calerogano, pero no solo desde el punto religioso. «Me ha hecho mucha emoción conocer Caleruega porque yo conocía a los Dominicos desde el punto de vista de Italia, pero como anécdota te diré que el primer naranjo que llegó a Roma lo plantó Santo Domingo de Guzmán», recordaba Gómez Borrero, que aprovechaba su visita para cumplir con la tradición de beber agua del pozo del santo y visitar parte de las dos casas dominicas de la localidad.

En la actualidad, la Orden de Predicadores cuenta en el mundo con 6.000 frailes, 2.200 monjas de clausura, 23.000 hermanas dominicas de vida apostólica y alrededor de 160.000 seglares. De todos ellos, en España practican las enseñanzas del santo de Caleruega unos 500 frailes dominicos, 1.000 monjas dominicas de clausura, 2.000 hermanas dominicas de vida apostólica y unos 1.000 seglares miembros de las Fraternidades Laicales de Santo Domingo repartidos por toda la península.