Informar sobre la pandemia por SARS-CoV-2 ha sido y es difícil por muchos motivos, entre los que destaca la cantidad de acontecimientos sobrevenidos y lo complejo de la epidemiología para noveles. Pero en Castilla y León hay que añadir un cúmulo de contradicciones protagonizado por la Junta; una cascada de afirmaciones, matizaciones y negaciones de la que las últimas 48 horas son un ejemplo nítido. He aquí las principales incongruencias.

Sobre la Navidad. A la consejera de Sanidad, Verónica Casado, se le pregunta el lunes a mediodía por la propuesta de la Junta para el Consejo Interterritorial de Sanidad, que pretende consensuar unas limitaciones comunes a toda España para la Navidad y contesta: «Proponemos la perimetración y las reuniones familiares limitadas a seis personas en el ámbito público y privado -y a tres en Burgos-, no a las comidas de trabajo típicas de estas fechas, insistir en que se viaje lo menos posible, insistir en mantener el toque de queda en situación similar a la actual, evitar la asistencia de público a las cabalgatas y las visitas a Belenes, sobre todo en sitios cerrados, no permitir la asistencia a las campanadas en las plazas, permitir las actividades deportivas típicas pero sin público... Esta es nuestra posición, pero estamos tan interesados en el consenso que estamos dispuestos al debate. Nos parece bueno tener unidad de criterio». 

Tras la petición de aclaraciones por parte de este medio, Casado afirmó que el máximo de 6 personas por reunión era general para Castilla y León y que la posibilidad de que en Burgos se dejara en 3 era «un error de interpretación».

Sobre el fin de medidas. En esa aclaración sobre las reuniones navideñas, Casado informó a este periódico de que las restricciones específicas para Burgos (reuniones de tres personas, aforos de 15 personas en lugares de culto y cierre de todo espacio público salvo el comercio e iglesias) se eliminarían a partir del 10 de diciembre. 

El presidente de la Junta lo obvió ayer en las Cortes regionales, al anunciar que el acuerdo del 18 de noviembre para la ciudad de Burgos no se prorrogará mañana. Palabras que se remachan en un comunicado oficial remitido a los medios de Castilla y León en el que se especifica que, además de elevar al 50% el aforo en iglesias y reuniones con máximo en 6 personas, «se levantarán también el resto de restricciones contenidas en ese acuerdo». Es decir, el cierre de teatros, cines, bibiliotecas... A última hora de ayer se afirma que «un acuerdo» entre el alcalde y el consejero de Presidencia descarta esto último, por lo que bibliotecas, cines, teatros y etcétera seguirán cerrados hasta el 10 de diciembre.

Sobre la hostelería. Casado niega con vehemencia el lunes que Burgos esté «en condiciones» para levantar medidas y mucho menos para reabrir la hostelería y en el comunicado oficial de la Junta sobre la comparecencia de Mañueco de ayer se indica que ciudad y provincia «continúan en nivel 4 y con las medidas adoptadas el 6 de noviembre, que implican el cierre de la hostelería, grandes superficies comerciales e instalaciones deportivas cerradas». 

Pero en el párrafo siguiente, el comunicado añade: «Fernández Mañueco ha anunciado que la Junta permitirá la apertura general de las terrazas de toda la Comunidad, incluidas las de aquellas provincias con una incidencia acumulada a 14 días superior a los 400 casos por 100.000 habitantes y en las que serán de aplicación las medidas preventivas excepcionales del 6 de noviembre».

Al cierre de la edición impresa de DB, la idea era estudiar este miércoles si en Burgos se pueden montar terrazas el viernes. Siempre que el sector quiera.