El corte de la BU-822, que comunica Neila con Quintanar de la Sierra y el resto de la provincia, al aparecer un gran socavón, ha vuelto a poner el foco sobre un problema que afecta a varios tramos de la red viaria, fundamentalmente en la Demanda y Tierra de Lara. Se trata de aquellas 'carreteras sin dueño' que empezaron como caminos o pistas y a las que el uso y el sentido común han convertido en vías fundamentales de comunicación, sin que estén bajo la tutela de ninguna administración por encima de los municipios, normalmente pequeños ayuntamientos que carecen de la capacidad económica y humana para su limpieza y mantenimiento.

Por ejemplo, la que lleva de Neila a Huerta de Arriba -11 kilómetros- y que, a día de hoy se ha convertido en imprescindible para los vecinos hasta que el Servicio Territorial de Fomento pueda reparar el hundimiento del asfalto, lo que previsiblemente no se producirá antes del lunes a mediodía, según informan desde la Delegación de la Junta en Burgos.

El transporte escolar, el tendero, los obreros y el cura van a tener que circular por ese camino forestal del que desde hace años la Junta de Castilla y León y la Diputación se desentendieron, pese a que se ha incluido en el recorrido de varias ediciones de la Vuelta Ciclista a Burgos y en territorio del Parque Natural Lagunas Glaciares de Neila, como uno de los accesos a este impresionante paraje natural (por la zona conocida comoCorral de Perros). Solo en los últimos meses y gracias al esfuerzo conjunto de los dos ayuntamientos que une se ha podido bachear. Eso sí, en cuanto empiece a nevar y se produzcan las heladas, volverá a quedar impracticable y Víctor, el panadero de Huerta de Arriba, tendrá que dar la vuelta a dos comunidades y entrar desde Villavelayo (La Rioja) para poder llevar pan fresco a sus vecinos de Neila.

El diputado Ramiro Ibáñez, que además preside el PP de Salas de los Infantes-Pinares, conoce bien este «sinsentido», porque precisamente fue «el sentido común» lo que llevó a asfaltar unos itinerarios que «vertebran el territorio» y que «son necesarios», reconoce. «Somos conscientes de que los ayuntamientos no pueden asumir el mantenimiento» y más desde con la crisis desaparecieron las ayudas que recibían para ello, en la inmensa mayoría de los casos procedentes de la Diputación. 

Ibáñez avanza que el jefe del servicios de Vías y Obras trabaja en estos momentos en la localización de todas estas vías de nadie, pistas forestales y caminos de concentraciones parcelarias, para ubicarlos en el mapa y estudiar posibles alternativas. Con toda esa documentación, desde la Diputación se va a promover una reunión en la que estén presentes el presidente, César Rico, y el delegado de la Junta en Burgos, Roberto Saiz. «Y si hace falta iremos a Valladolid, porque quizás sea el momento de acometer una solución definitiva para estos problemas», afirma con decisión Ibáñez. «Ahí viven personas, circula el transporte escolar, van a diario el frutero, el panadero... Son tramos muy utilizados por los vecinos», insiste.